El poeta Mayor Jackson en su reciente poema “invocación” hace un llamado a tiempos mejores: Queremos que el padre en el parque corra detrás de una niña pedaleando hacia su futuro/. Queremos doblar una esquina y tropezar con el concierto silencioso de dos hombres en un abrazo con ojos entrelazados. Queremos escuchar el silbido de un tren tan lejano que hechiza la próxima noche.
Es dramático y sombrío lo que pasa en el mundo por cuenta de la pandemia, lo es más porque las noticias no callan los detalles y las cifras son una muestra patente de lo que sucede.
Hoy en todo el mundo, cada vez hay más infectados. En los países donde con mayor fiereza azota su población, todavía muchos siguen enfermando y muriendo a causa del virus.
Una de las pocas esperanzas que nos quedan está afianzada en los poetas quienes con sus frases entrelazadas esperamos sean capaces de construir estrofas para dar ánimo a los profanos de estas artes y alentar el espíritu para no caer en el magma de la depresión que ahonda las consecuencias del confinamiento y estruja la ebullición de la certidumbre.
Muchos de ellos en su encierro dedican sus pensamientos a este suceso que, todos estamos pidiendo que ceda pronto.
Una antología denominada “Juntos en una extrañeza repentina” evocando a Neruda con su poema A callarse, cuenta con los mejores escritores y sus poemas que hablan de las vivencias en esta época se están preparando y en poco tiempo se podrá consultar, antes de que sea publicada como libro de papel.
Otros entre tanto destacan que somos iguales ante la adversidad del aislamiento y el contagio.
El poeta imaginario Dennis Angulo resalta esa situación en su poema “Mismo virus, diferente menú”. En uno de sus fragmentos escribe “Tu desayunas blueberry, yo vivo de pan con huevo. Alivias la sed con cranberry, a mí me basta un guargüero. Tú con barba y rey, yo con Vizcarra y pizarra mi banco con mi guitarra. Tú con Tik Toks en Huawei, la epidemia nos resalta que muy diferentes no somos”
Agreguemos que hay frases tan sencillas que se destacan y difunden con rapidez porque hacen un rápido y fiel retrato de lo que está pasando, esto es de Kitty O’Meara “Y la gente se quedó en casa. Y leía libros y escuchaba. Y descansaba y hacía ejercicio. Y creaba arte y jugaba. Y aprendía nuevas formas de ser, de estar quieto. Y se detenía. Y escuchaba más profundamente. Algunos meditaban. Algunos rezaban. Algunos bailaban. Algunos hallaron sus sombras. Y la gente empezó a pensar de forma diferente”.
Hay otros con admoniciones así mismo y a su entorno, esos no se leen porque agreden al espíritu y nos restan optimismo.