Las reformas presentadas por el nuevo Gobierno Nacional que encabeza Gustavo Petro no acaban de convencer a los colombianos sobre su conveniencia y menos sobre sus bondades. La reforma tributaria que ha sido cambiada en su pretensión de lograr una determinada suma de dinero, así como también su estructura y el listado de bienes y servicios que serán gravados con nuevos impuestos, porque al final todo converge en la imposición de nuevos tributos o aumentar los existentes. Las otras, como la pensional,  de la salud, un nuevo código electoral y la reforma electoral, están en su elaboración.  

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Muy pronto se han dado las manifestaciones de rechazo a las iniciativas del Gobierno, tanto en las redes sociales como en la calle. El pasado 26 de septiembre quienes no están de acuerdo con ellas se hicieron sentir marchando con pancartas alusivas, pitos y arengas. Todo trascurrió en completa calma y terminada la movilización de ciudadanos en varias ciudades, estos se fueron a sus casas de manera pacífica, lo cual obviamente contrasta con el comportamiento de quienes se tomaron las vías en el pasado Gobierno y terminaron su expresión callejera con desordenes y ataques a bienes públicos, que no fue otra cosa que vandalismo.  

Los ciudadanos han sido citados para nuevas reuniones y marchas para continuar con la forma de hacer saber su inconformidad con la aplicación de las mencionadas reformas. La próxima convocatoria es para el 29 de octubre, aunque podría anticiparse la fecha.

Entre tanto, desde el seno del Gobierno se han oído voces que dicen que para defender las iniciativas y sus propuestas estarían dispuestos a salir a la calle para defenderlas. Entre tanto, la CUT está invitando a una movilización para apoyar el Gobierno de Petro con ocasión de cumplir sus primeros 100 días de gobierno, lo cual ocurrirá el 15 de noviembre de este año. Uno de los más connotados alfiles del presidente, el senador Gustavo Bolívar, ha dicho que esta manifestación a favor de Petro servirá además para contrarrestar la marcha organizada en su contra hace unos días. 

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Se ha dicho que cada vez nos parecemos más a Venezuela, pues aquí queda una muestra más que ello es cierto. Recordamos cuando el pueblo marchaba en rechazo al gobierno de Chávez primero y Maduro después, así como también la represión de que fue objeto y las contramarchas del oficialismo obligando a asistir a los ‘enchufados’ con el Gobierno.

La discusión de las reformas avanza y si el Gobierno hace caso a su repetida expresión de ser garantes del diálogo y concertación debe oír a todos los sectores porque, si se puede llegar a acuerdos con los infractores de la ley en la pretendida paz total ¿no será acaso más fácil llegar a coincidencias con las sociedad representada en los diversos sectores económicos y civiles? Por ahora los comerciantes en su congreso anual se quedaron esperando al presidente quien con sus acostumbrados desplantes los dejó plantados con sus puntos de vista.  

Que no terminemos enfrentados en la calle, sin que haya espacios para encuentros que conduzcan a mejores destinos, es lo que todos queremos, sin que prime la terquedad del gobernante. 

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