Creo que el tema que más preocupa hoy en día en Cúcuta es la falta de liderazgo, en muchos casos esa falta de compromiso con los temas de la ciudad, ese individualismo casi patológico en el que lo único que nos interesa es “hacer billete como sea”. Los temas de la ciudad los dejamos a un lado y casi que ni nos importa. Es preocupante esa falta de liderazgo en momentos en que para el próximo año ya se aproximan las elecciones regionales y otra vez, se especula mucho, que uno u otro candidato ya ha hecho sus viajes a la picota nuevamente buscando avales. Hasta cuándo? Por ahí de buena fuente incluso me enteraba que el mensaje ya le llegó a un importante político, que tiene interés en avalar a alguien decente y valioso para la alcaldía, y el mensaje fue algo así que si “cree que puede contar con unos cinco mil para la alcaldía, pues que desde allá, desde Bogotá, ponen hasta diez mil”. Estamos jodidos y esto no pinta bien.
Mientras todo esto sucede hacia las elecciones del próximo año, la ciudad, como si tuviera el Cristo de espaldas, se apresta por estos días a hacer la obra que menos necesita la ciudad: la cicloruta de la Gran Colombia que ya pronto será adjudicada. De las obras propuestas por valorización: la recuperación del terminal de transportes, cuatro vientos, el deprimido de la diagonal, pavimentación de vías, creería, que si se hiciera una especie de consulta ciudadana y se le preguntara a la gente cual de esa obras sería la menos inoportuna en estos momentos de la ciudad, de lejos creo que la gente diría que la cicloruta de la Gran Colombia es la que menos necesita Cúcuta ahora. Pero esa es la que vamos a hacer.
El ejemplo más gráfico de lo que está sucediendo me lo comentaba en estos días un empresario. Le llega un recibo por contribución de valorización por 300 millones de pesos, a pagar 30 millones anuales durante 10 años. Me expresaba su inquietud de que no ve cómo se va a valorizar su inmueble, por ejemplo con la cicloruta y por un valor tan exagerado como el que se está cobrando. Pues claro, tenía oportunidad de reiterárselo, no es claro, hay muchas incoherencias y además el cobro viene con “ñapa”, si no paga oportunamente, lo embargan. Otro tema, cómo se explica que en estos momentos de crisis de la ciudad, Cúcuta sea hoy en donde sea más alto el impuesto de alumbrado público?
Las cosas no terminan ahí. Cómo se entiende que por estos días el director del Igac de la ciudad expresara que no ha hecho actualización catastral en la ciudad en los últimos 7 años, y sin embargo en los recibos año a año se sigue incrementado a la máxima tasa? Es como un contrasentido, pues no se hace la actualización a la baja como debería hacerse por parte de las autoridades, y es como si se castigara al ciudadano con el incremento del predial.
Veo mucho a la clase política que organizó la votación a Iván Duque, un poco como a la espera a que el presidente reconozca que esta fue una de las regiones que le puso más votación para las presidenciales, y pasan los días, y nada. Tengo un poco la impresión que se quedarán esperando, pues lo cierto es que si no nos organizamos, pensamos en los temas de ciudad, y entender que Duque con tantos problemas que recibe en el país, apenas tendrá tiempo de acordarse de los problemas de Cúcuta. Debemos tener un interlocutor con el Gobierno central. Afortunada la elección de Pedro Marún. Como se podría decir, si no cambiamos, las cosas empeorarán.