Es como para cogerse la cabeza observando los últimos acontecimientos en el campo de la salud, específicamente con lo que pasa en Medimás, desde cuando la Procuraduría General de la Nación se pronunció con relación a la venta de Cafesalud, la cual había comprado a Saludcoop, luego de ser intervenida.
El procurador Fernando Carrillo hizo el anuncio “hoy queremos comunicarle al país que se revocará la venta de Cafesalud, ante los reiterados incumplimientos de los compradores (Medimas) que han sido denunciados en repetidas ocasiones”
Esto quiere decir que las deudas del conjunto de instituciones agrupadas en Medimas no ha podido saldarlas en los términos previstos. A eso hay que añadirle la crisis que afronta Esimed, la red hospitalaria encargada de administrar las clínicas prestadoras de los servicios de salud, la cual se hizo patente entre nosotros hace poco con el cierre temporal de la clínica La Salle, que fue reabierta luego de dar cumplimiento a las exigencias hechas por el agente supervisor. A pesar de lo cual la clientela interna -sus propios empleados- y la externa -los usuarios- todos expresan reiteradamente su descontento por la forma como funciona este centro hospitalario.
Da dolor de cabeza la situación, sobre la cual también se refirió Carlos Alfonso Negret, el defensor del pueblo: “Lo que pasa en la salud en Colombia es una vagabundería criminal que atenta contra la salud y la vida de los colombianos”; luego de una reunión con las autoridades que tienen injerencia en este problema, agregó “Nuestra única intención siempre ha sido garantizar el derecho a la salud de los afiliados”
Otras EPS están ofreciendo servicios que no satisfacen a su clientela, hay retrasos en la asignación de citas con especialistas, no se autorizan oportunamente algunos procedimientos necesarios para la recuperación de los pacientes y afrontan muchos otros inconvenientes para prestar una atención con calidad y oportunidad, lo cual conduce a la utilización de la tutela como único mecanismo legal mediante el cual se logra que medicamentos, pruebas diagnósticas especiales o intervenciones especializadas sean aprobadas y prestados este tipo de servicios.
Por ahora la incertidumbre es el denominador común entre quienes están afiliados a Medimas, a pesar de que la EPS haya emitido un comunicado donde asegura que la prestación del servicio no presentará traumatismo. A la gente le preocupa si continuará o si por el contrario deben migrar a otra empresa prestadora, y si es así ¿a dónde, cuándo y cómo deben hacerlo? Y no solo eso si la continuidad en los tratamiento que reciben ahora si se trata de enfermedades crónicas, huérfanas o de alto costo.
Sería bueno para el sistema de salud y para los usuarios de Medimas que los inconvenientes se solucionaran, la prestación de los servicios de salud continuaran y muy deseable sería que mejoraran con relación a lo que se tiene hoy. De no ser así apremia una solución porque como lo han dicho las autoridades: No puede haber interrupción de la atención de salud.