Por los lados de la administración municipal mientras se anuncia la presentación de proyectos en Planeación Nacional como el gasoducto y uno que llama la atención, el “Tren del Catatumbo”, en el que curiosamente no aparece el gobernador, en asuntos más cotidianos y urgentes para el ciudadano, sigue la polémica por la declaratoria de urgencia de la obra “Cuatrovientos”, por una polémica e inusual argumentación en cuanto supuestamente al constructor de la obra, la Unión Temporal Construnorte, era a quien le correspondía comprar los terrenos aledaños para el desarrollo de la obra. Me imagino que de ser cierta esa cláusula, es uno de los únicos contratos que existen en Colombia con esa obligación para un constructor.
Pero volvamos al “Tren del Catatumbo”. ¿Cómo es posible que el señor alcalde de Cúcuta presente a Planeación Nacional un proyecto regional sin el acompañamiento o presencia del gobernador? El Catatumbo es una región conformada por 11 municipios entre los que no se encuentra Cúcuta. Si bien Cúcuta sería beneficiaria desde luego con la construcción de un proyecto de esa importancia, en cualquier circunstancia la competencia es de la gobernación por tratarse de una obra regional. ¿O será que entre el alcalde y el gobernador no se hablan? ¿Cómo hace el alcalde para comprometer recursos del departamento frente al director Nacional de Planeación? Definitivamente somos folclóricos hasta para presentar un proyecto, que si de entrada no se presenta bien, difícil que sea exitoso. Pareciera que ese proyecto tan solo es una foto, pero de ahí no pasa.
En cuanto a la declaratoria de urgencia manifiesta de “Cuatro Vientos”, sin duda que es llamativa y muy curiosa que sea el constructor a quien le correspondía comprar los terrenos. De hecho sería una cláusula absurda e ineficaz por cuanto acaso qué competencia o cómo podría un particular, ante la posibilidad que uno de los dueños de un terreno se resista a entregar un terreno, a forzar o realizar a una expropiación? Esas son competencias única y exclusivamente en favor de funcionarios del Estado, nunca de un particular. Y mientras tanto que la que gente siga con dificultades en el día a día para trasladarse de un sitio a otro.
De otro lado, se escucha que se han recogido más de 120 mil firmas para el proceso de revocatoria. De que un político u otro está interesado en la caída del alcalde porque es la forma de volver a ganar poder político y económico. Para que proceda la revocatoria según la ley 1757 se requiere que participen el 40% del total de ciudadanos que participaron en las elecciones, que para el caso de Cúcuta sería aproximadamente 80 mil ciudadanos, que deben votar para que sea válida. De ellos, la mitad más uno lograrían la revocatoria del alcalde. Si bien no resulta adecuado ni oportuno para una ciudad como Cúcuta que afronta problemas graves, a un año convulsionado de elecciones para congreso y presidencia, sumarle una realidad política como un nuevo alcalde a quien le restaría menos de 2 años para la terminación de un período; en principio no pareciera lo mejor para la ciudad.
Aún así la desconexión de la administración con los verdaderos problemas que padece el ciudadano podría incluso a traer sorpresas, pues eso de aparecer presentando proyectos sin la competencia y al menos las formalidades que son de ley, como esa de un Tren del Catatumbo, que lo indicado era que al menos en Planeación Nacional también hubieren estado presentes varios alcaldes del Catatumbo, e insisto, el gobernador, son fotos que a la larga pueden resultar siendo costosas para un mandatario, porque la gente no es tonta, y ellos que están desempleados, que siguen en la informalidad, muchos de ellos que deben transitar trochas, con parientes contagiados, entienden que ese proyecto no está bien presentado y hasta podrían salir a votar en una revocatoria.