Hace algunos años existió en Colombia, en un periódico de circulación nacional, una sección denominada POR LAS ACADEMIAS, destinada a poner al día a sus lectores sobre lo que acontecía y sucedería en las principales Academias existentes en Bogotá, donde existen algunas muy conocidas y otras que poco trascienden, pero prestan un gran servicio de investigación, publicación y consulta.
Es exactamente lo que deseo hacer hoy, cuando nos acercamos al cierre de actividades del presente año. Primero, el pasado viernes 13, convocados por la Secretaría de Cultura y Turismo de Villa del Rosario, se asociaron la Académica Patriótica Nacional ANTONIO NARIÑO, Capítulo Norte de Santander, la Academia de Historia de Norte de Santander, la Sociedad Bolivariana del Estado Táchira y la Casa Museo La Bagatela para conmemorar los 201 años del fallecimiento del prócer Antonio Nariño.
Fue de especial interés este acto que estuvo muy concurrido, porque además de recordar la vida y obra de Nariño, recordamos que hace un año la conmemoración del bicentenario del deceso del prócer se vio frustrada por razones ajenas a la voluntad de los participantes. En esta ocasión se habló de la necesidad de restaurar en la Casa Museo La Bagatela la desmejorada estatua de don Antonio Nariño y de hacer gestión para que se realicen en este inmueble las obras ordenadas por la ley 2270 de 2022, “por la cual la Nación se vincula a la celebración del Bicentenario del Primer Congreso General de la República de Colombia celebrado en la Villa del Rosario en 1821 y se dictan otras disposiciones”: ampliación con compra de lotes aledaños y construcción del segundo piso, entre otras. Mis felicitaciones a don Leonardo Yotuhel Díaz Güechá, vicepresidente de la Academia Patriótica Antonio Nariño y Lucio Alberto Melo Portillo, director de la Casa Museo La Bagatela.
En el caso de la Academia de Historia de Norte de Santander, que presido desde el 2 de abril de 2021, concluyó actividades ayer 17 de diciembre con un acto de cierre que se verificó en el Club del Comercio, en conjunción con la Sociedad Bolivariana de Norte de Santander que preside el académico Patrocinio Ararat Díaz. El orador de orden, en representación de las dos corporaciones, fue el académico Gustavo Gómez Ardila.
En el caso de la Academia de Historia de Norte de Santander conferirá, como lo hace todos los años a miembros de su seno o personalidades externas, la distinción “Premio a toda una vida”, el cual le será conferido a don Abraham Abrajím Rodríguez, economista, servidor público y reconocido empresario de la ciudad, quien, junto con su hermana Yamile, ha tenido gestos de apoyo inmenso a la cultura nortesantandereana, como lo demostró recientemente con la donación a la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero. Además, se ascenderá a miembro honorario al académico Gustavo Gómez Ardila, reconocido escritor, académico, autor de libros de historia colombiana, columnista de prensa y exsecretario de la Academia de Historia por varios años. Finalmente, se recibirá como miembros correspondientes a Édgar Sebastián Velandia Bernal y Alejandra Díaz Villán, dos jóvenes abogados con méritos suficientes que aprestigiarán nuestra Academia de Historia.
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Sobre la serie Cien años de soledad me dice un amigo cineasta barranquillero: “Tremenda tumbada a los productores de parte de los que se encargaron del casting de Cien años de soledad. Es una de las notorias debilidades del seriado”. Y agrega: “Digamos que al fin los cachacos lograron su per - versión de Cien años de soledad. Allí no hay nada del Caribe. Pero nada, camará”.
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