Porque perdieron credibilidad y confianza por mucho de los actos que cometieron, y además en este momento en que se firmó la paz y hacen política, la gran mayoría de colombianos creen que no tienen la capacidad para gobernar y algo peor, legitimidad moral.
Por eso muchos abuchean hoy en día a Timochenko. En muchos años del conflicto nuestro, la imagen que quizás que me pareció más degradante y repulsiva no solo hacia los colombianos sino al mundo, eran los alambres de púa con los que tenían encerrados a los secuestrados, además de las cadenas alrededor del cuello.
La guerra tiene sus límites éticos y morales. El prisionero debe ser tratado con respeto y más como sucedió en muchos casos, en que los secuestrados eran apenas humildes soldados o policías que la vida accidentalmente los había colocado en medio del conflicto, pero las Farc los trataron como salvajes.
Esas imágenes degradantes no las olvida el colombiano que se prepara para votar en los próximos meses y por eso es que abuchean a sus líderes.
Probablemente el gran error que cometió las Farc con el conflicto nuestro fue el de mostrarlo al mundo en un faceta salvaje, rudimentaria, primitiva, creyendo que era posible y válido utilizar los medios de lucha más degradantes para lograr propósitos políticos.
Pero no, moralmente una sociedad entiende que vivimos en uno de los países más desiguales del mundo, que hay muchos pobres, que los reclamos hay que hacerlos, pero no de esa forma salvaje como en su momento lo hicieron los integrantes de la guerrilla y por eso abuchean a Timochenko.
Muchos colombianos dejaron de creer en las Farc igualmente cuando empezamos a ver a algunos de sus líderes que carecían de toda formación política.
Rudos, salvajes, estúpidos políticamente, y peor aún, más inclinados a los negocios de coca que a los problemas sociales que los empezaron a mostrar ya no como actores políticos sino como bandidos.
Para mí, la imagen de ese guerrillero descontextualizado y salvaje, que no representaba ya políticamente nada, torpe y cruel, fue la imagen por ejemplo del “Mono Jojoy”; Esas imágenes de esa crueldad no las olvida la gente, y por eso es que van a seguir abucheando a Timochenko.
Estas imágenes de rechazo que estamos viendo todos los días, como la de Armenia, en la que a Timochenko y sus líderes se vieron obligados a correr y refugiarse en un centro comercial y casi que escapar, no creo como algunos alcanzan a plantear que sean dirigidas.
Creo que son una reacción espontánea del colombiano común de hoy que hace algunos años cuando veía esos alambrados de púas, esos vejámenes, la gente encadenada, ese territorio salvaje con campos de concentración como sucediera con lo peor de los nazis en el que se fue convirtiendo Colombia, y que en esa época la gente no podía hacer nada, hoy protesta ahora que salieron a hacer política; el elector está protestando hoy por todo lo que vio en esos años, por los métodos inmorales y salvajes que implementaron en su lucha, y por eso es que el colombiano que votará en los próximos meses seguirá abucheando a Timochenko.