Según el Centro Mundial de la Competitividad (CMC), Colombia mejoró seis puestos en el ranking mundial de 140 países, al pasar del puesto 58 al 52 en el último año. Esta grata noticia es una verdadera sorpresa para los colombianos, pues desde hace 11 años el país no repuntaba en este campo.
Según los organismos internacionales calificadores, Colombia fue el país que más mejoro en la región en competitividad. Con este avance Colombia apenas es superado por Chile (42), México (51) y se ubica por delante de Perú (55), Brasil (59) y Argentina (61). A nivel mundial Singapur es el líder seguido por Hong Kong y Estaos Unidos, que perdió en este año el primer lugar.
Como factores de mayor incidencia en la mejora de la capacidad de competir, los organismos calificadores resaltan la eficiencia empresarial, como resultado de la estrategia implementada en la utilización de factores de producción (productividad).
Pero, además, este sorpresivo avance de la competitividad se da en nuestro país en medio de la incertidumbre de los mercados globales, como consecuencia de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como de la incidencia en nuestro país de la crisis venezolana. Y, más aún, la buena noticia la recibimos los colombianos en medio de los constantes insultos entre los irreconciliables contendores en múltiples escenarios, como fruto de la grave polarización política y social que sufrimos.
Y, en medio de estas buenas noticias, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pronostica para este año un crecimiento de la economía colombiana de 3.4 por ciento y para 2020 un 3,6 por ciento, gracias al impulso de las inversiones y los bajos niveles de inflación.
Aunque en un mundo tan globalizado las cosas pueden cambiar rápidamente, esperamos que la competitividad nos dure un prolongado rato.