El tema predominante en nuestra ciudad desde el pasado jueves es la reapertura de los pasos fronterizos con Venezuela por los puentes Simón Bolívar, General Santander y el que está por estrenar en el sector de Tienditas, según el anuncio hecho por la presidencia de la república.
Desde cuando se conoció la noticia, la cual respaldan de forma integral los mandatarios locales, el alcalde Jairo Yáñez y el gobernador Silvano Serrano, los que más han mostrado regocijo con esta buena nueva son los comerciantes locales porque al unísono, ellos y las autoridades están hablando de la reactivación económica local, actividad que se ha visto muy golpeada desde cuando se inició la pandemia y con ilusión se hacen cuentas de cuantos venezolanos volverán a nuestra ciudad desde los poblados del área fronteriza para hacer sus compras y hacer uso de los servicios ofertados.
De este asunto también se han ocupado en los días recientes las autoridades venezolanas, tanto el gobernador del Táchira como los alcaldes de San Antonio y Ureña, contando con la bendición de Freddy Bernal el delegado directo del presidente Nicolás Maduro, quien se ha adelantado para dar declaraciones en el sentido que ve con buenos ojos la reapertura de la frontera y se renueve el libre paso de peatones inicialmente, luego la carga y finalmente en un plazo no muy lejano los vehículos, en ambos sentidos. Se entiende por cuenta de esas autoridades que habrá un mayor beneficio para sus gobernados con esta apertura a cambio de mantener cerrado el tránsito en los puentes binacionales.
Las conversaciones de los mandatarios de ambos lados de la línea divisoria y la participación activa de las cámaras de comercio dieron sus frutos y estamos próximos a que la circulación de personas sea una realidad en el ya conocido flujo bidireccional. Lo primero que se pretende es intentar acabar con los múltiples pasos ilegales a través de las denominadas trochas que como se ha repetido de forma incesante han permeado la frontera y permitido que se establezcan controles ilegales al paso de personas.
En este caso están de acuerdo las autoridades de aquí y allá que es indispensable desde el reinicio establecer controles para identificar a las personas que atraviesan la frontera y en el marco de la pandemia es mandatorio que los controles también abarquen protocolos de bioseguridad para evitar la propagación del virus. Este último asunto es motivo de preocupación para el gremio médico cucuteño y por esto se han manifestado para solicitar que esas medidas sean lo suficientemente estrictas y nos brinden tranquilidad.
Otro asunto que preocupa es la seguridad en general para toda la ciudadanía, porque las migraciones transnacionales tienen implícito ese tipo de inconveniente con el paso de personas que lo hacen con propósitos ilícitos, lo cual podría agravar la ya deteriorada seguridad de la ciudad y la región.
Las referencias históricas nos hablan de la presencia de los venezolanos aquí y de colombianos de visita en los poblados cercanos en Venezuela para efectuar un intercambio comercial y de servicios, eso es lo que se espera que comience nuevamente al reabrirse de forma controlada la frontera y que estos sectores de la economía sean fortalecidos y los ciudadanos beneficiados con ese fluido intercambio. Esperemos que sea así y los problemas ocurran poco, por el bien común de los habitantes de la zona fronteriza.
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