El doloroso caso de la muerte de un colega, el doctor Juan Pablo Dávila, a causa de una infección respiratoria severa por el virus de la Influenza denominado AH1N1, nos ha traído la necesidad de tomar medidas que pueden ser útiles para prevenir la propagación de la enfermedad y disminuir el número de casos severos, porque es bien sabido que no existe una tratamiento eficaz para tratar esta infección.
Lo primero que este caso ha desatado es cierto temor y las informaciones que circulan por las redes sociales o las divulgadas por los noticieros locales, ha creado falsas expectativas porque se confunde a la audiencia por desconocimiento, desde el nombre de la enfermedad hasta las verdaderas consecuencias que puede tener este brote de influenza.
Esta es una enfermedad de características similares a la gripa común causada por el virus de la influenza que se relaciona con las estaciones, entre nosotros se asocia con la época de lluvias, tal como sucede ahora mismo. Su agente causal fue reconocido como un virus diferente a partir de la pandemia de 2009 cuando se propagó rápidamente a todo el mundo, un total de 74 países notificaron casos de esa enfermedad aquel año. Por tanto no tiene que ver con epidemias por otros virus como se dijo en forma errónea en un noticiero de radio local al mediodía del viernes.
Los síntomas iniciales pueden parecerse a un resfriado común, pero tienen una gravedad mayor, la fiebre se hace más intensa, al igual que el dolor de cabeza y de los músculos. Cuando se añade la dificultad para respirar y la tos, es cuando la enfermedad adquiere otra característica que implica un mayor riesgo para la salud de quien ha contraído la infección porque puede conducirlo a una falla respiratoria que podría necesitar, según cada caso, hospitalización en una Unidad de Cuidados Intensivos para realizar tratamientos especiales con el objeto de minimizar los efectos y desenlaces que pueden ser letales.
No obstante lo anterior, no significa que todos los afectados por este virus evolucionarán a las formas severas, habrá otros de menor intensidad y en esa gama de manifestaciones y en otros se manifestará de manera leve con una gripa de curso benigno.
Lo verdaderamente importante es tomar las medidas generales que ya en el año 2009 se pusieron en conocimiento del público y que consisten en el uso de tapabocas, evitar los sitios con aglomeración de personas, lavarse la manos, evitar el contacto con los afectados y acudir tempranamente a la consulta médica cuando los síntomas adquieren gravedad. Todo se fundamenta en que la infección se trasmite por las gotas de saliva al toser o por el contacto con los objetos utilizados por quien está padeciendo esta enfermedad.
Los tratamientos antivirales tienen una indicación precisa, requieren de prescripción médica y su uso está probado ser útil cuando se administran al inicio de la enfermedad y ayudarán a acortar el curso de la misma y atenuar sus consecuencias.
Lo prudente en este caso es que no haya pánico, porque habrá bastantes casos de gripa, no todos serán causados por este virus, en caso de padecerla es mejor quedarse en casa y si observa que la enfermedad se agrava acudir a la consulta médica. El uso de tapabocas es apropiado en el medio hospitalario y los sitios de concurrencia alta de personas. Todo ello nos ayudará pasar este momento. Las autoridades sanitarias están alerta y prestarán la oportuna ayuda a quien lo requiera.