El Estado unitario es la forma de organización jurídica de un lugar geográfico (país) ocupado por personas con identidad común (nación). “... el Estado es la entidad con poder soberano nacional para gobernar y desempeñar funciones políticas, sociales y económicas dentro de una zona geográfica delimitada” (www.significados.com). Lo rige una Constitución (en las democracias validada por el voto ciudadano libre), ejerce el control legítimo de la fuerza para garantizar la seguridad de sus habitantes, recolecta impuestos y establece relaciones diplomáticas con otros estados.

El estado de derecho es un estado unitario regido por la ley, imparcial e independiente, que garantice no solo la seguridad sino la libertad individual en todos sus ámbitos. La democracia liberal se basa en tres poderes independientes, equilibrados y esencial al ejercicio estatal, está la protección de la propiedad privada. 

Un estado fallido es el que no cumple alguna de las condiciones mencionadas. Deja de ser unitario por separatismos nacionales o étnicos, por captura de territorio de un poder extranjero o de un grupo criminal sea que se defina de carácter político o no, ya no detenta el monopolio de la fuerza bien sea por incapacidad de ejercerlo o por decisión política de no ejercerlo, no pueda recolectar impuestos o permita que terceros los cobren bajo presión, no garantice la seguridad y libertad de ejercicio de los derechos ciudadanos o deja de regirse por un marco legal comunitariamente aprobado y rompe la independencia judicial.

Venezuela es un ejemplo de estado fallido. La ley es “acomodada” a las necesidades de los detentadores del poder, zonas del país están en manos criminales o paramilitares, no garantiza la seguridad ni libertad ciudadana y es un paria internacional. 

Colombia vuelve a transitar ese camino al que se temió llegar en el gobierno de Ernesto Samper. El crimen organizado campea por las regiones bajo la inacción de las fuerzas de seguridad del estado, por decisión política ejecutiva, la seguridad ciudadana está en grave riesgo como lo demuestran las alertas electorales y la producción ilegal de narcóticos es creciente. Aún se conserva la separación de poderes, pero el cobro de impuestos no solo lo hace el estado colombiano sino también los grupos de crimen organizado y las naciones indígenas buscan destruir la unidad nacional pues quieren ser consideradas un estado dentro del estado y no una nación sometida al estado.

Ecuador también está amenazada por el crimen organizado y en días pasados mató a un candidato presidencial quien había hecho graves denuncias de connivencia con el narcotráfico de políticos ecuatorianos y colombianos, en específico Piedad Córdoba. El uso de la fuerza ya no reposa solo en el estado y los grupos mafiosos amenazan el imperio de la ley constitucional, lo cual llevó al exgobernante izquierdista Rafael Correa a decir que Ecuador se está convirtiendo en un estado fallido, aunque sobre sus administraciones caen serias acusaciones.

En Perú el anterior presidente elegido por votación popular, Pedro Castillo, intento un golpe de estado, pero fue neutralizado y llevado a la cárcel. La debilidad institucional de Perú se refleja en que ha tenido seis presidentes en cuatro años. En Perú, la debilidad del poder ejecutivo frente al poder legislativo es lo contrario de Colombia donde el presidente es casi intocable. Está lejos de ser un estado fallido pero es un estado frágil.

Y Bolivia es más nación indigena que estado nacional y la producción de coca, vista como algo “cultural”, lo ha hecho presa del crimen organizado, la corrupción y la inequidad política.

La Gran Colombia (sin incluir Panamá) el sueño de Bolívar es hoy la pesadilla de una región políticamente fallida y  en manos de la visión socialista. El por qué no está a mi alcance, aunque sé cómo decía Donald Rumsfeld, que hay razones que sabemos que sabemos, hay otras que sabemos que no sabemos, hay también razones que no sabemos que sabemos y finalmente unas que no sabemos que no sabemos.

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