Para futura memoria digamos que en diciembre del año 2019 se declaró en la ciudad china de Wuhan una mortal enfermedad originada en un nuevo virus que se denominó coronavirus, rebautizado por los científicos como COVID- 19. Se especula si el virus provino de un laboratorio o de los animales que compran para su dieta alimenticia estos chinos en el mercado público de dicha localidad mantenidos en circunstancias insalubres, como ratas, monos, culebras, murciélagos, perros, gatos, pescados, ranas, cangrejos, etc. El azote letal que se convirtió en pandemia saltó de allí a otras regiones de la China, y luego se empezó a propagar por Europa, América y el resto del Asia. En toda China los casos detectados suman 82.883 y los decesos 4.633 (La Opinión, jueves 7 de mayo de 2020).
En Colombia la pandemia apareció a principios del mes de marzo del 2020. Hasta el 6 de tal mes se confirma el primer caso de la COVID-19, en una paciente en Bogotá de 19 años proveniente de Milán, Italia.
Pero, ¿qué ha revelado la pandemia hasta ahora? ¿Es cierto que va a haber un cambio en los seres humanos?
En síntesis, mis conclusiones son las siguientes:
1° - Hasta el momento, las acusaciones apuntan hacia China: los gobiernos de Estados Unidos y Alemania preparan demandas de indemnizaciones en contra del gigante asiático en razón de las grandes pérdidas humanas y secuelas económicas que han sufrido.
2° - La política ha intervenido en la catástrofe. En efecto, el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, fue impuesto por China. Estaba en el deber de denunciar el largo silencio de su patrocinador sobre el brote del virus, y no lo hizo.
3° - Que se sepa, nadie ha cambiado sus opiniones religiosas, políticas o sociales, o sus inclinaciones hacia la virtud o la maldad. El bueno sigue siendo bueno, y el malo, malo. El excandidato presidencial Gustavo Petro no concilia el sueño pensando en cómo tumbar a Duque. Claudia López, alcaldesa de Bogotá, se remuerde por no poder suplantar en la orientación de las políticas para afrontar la pandemia al presidente.
4° - Los corruptos han visto en esta emergencia otra oportunidad para aumentar sus ganancias.
5° - Los bancos incrementaron los intereses y no perdonan deudas así el cliente esté impedido de salir a trabajar por el confinamiento obligatorio, y las grandes cadenas comerciales y hasta los tenderos subieron los precios de víveres y de artículos necesarios para atender la enfermedad. La avaricia los volvió desalmados.
6° - En definitiva, contrario a lo que afirman algunos ilusos, en estos momentos no salió a relucir lo mejor de la condición humana sino lo peor.
7° - Por fortuna, en Colombia hay seres excepcionales, puntualmente algunos grandes empresarios, e industrias altruistas, que merecen el respeto, la gratitud, la admiración y el aplauso general, al enviar a sus casas a sus empleados garantizándoles el pago de al menos dos meses de salario. Ellos son Mario Hernández, Arturo Calle, Cine Colombia, Crepes & Waffles y Tecnoglass.
8° - Por último, sin duda, el héroe de la jornada ha sido el señor presidente Iván Duque, que desde un principio se apersonó de la gravedad de los acontecimientos y los ha afrontado con tal acierto que es ejemplo para el mundo.
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