La nueva Constitución Política de Colombia, promulgada en el año de 1991, reconocida como garantista de los Derechos Humanos, estableció, además, unos mecanismos de participación ciudadana, entre los cuales se encuentra la revocatoria del mandato.
La ley 134 de 1994, en desarrollo de los artículos 40 y 103 de la misma, estableció como derecho político de todos los ciudadanos, dar por terminado por insatisfacción general o por incumplimiento del respectivo programa de gobierno, el mandato de los alcaldes y gobernadores, siempre y cuando haya transcurrido al menos un año del periodo para el cual fue elegido.
Desde la promulgación de la Constitución, solo se ha revocado el mandato de un alcalde, el de Tasco-Boyacá.
Los intentos que se han hecho en el municipio de Cúcuta, en varias oportunidades, han resultado fallidos.
En esta nueva ocasión, se cumple el proceso de revocatoria contra el alcalde de Cúcuta, Jairo Tomás Yáñez. Ya la Registraduría avaló las firmas para la convocatoria a la consulta ciudadana que definirá si se le termina anticipadamente su mandato o no, permitiendo que permanezca en el cargo por el resto del periodo, habida cuenta que no se podrá promover un nuevo intento de revocatoria.
Deben salir a cumplir con el sagrado deber de participar en un hecho trascendental para nuestra ciudad, un mínimo de 130 mil votantes que son los exigidos como requisito para el escrutinio de los mismos y definir la continuidad o no, del mandatario municipal.
La indiferencia es una de las causas por el cual los elegidos en nuestro país, no son los del querer de las mayorías, y perduran los que mantienen una mayor clientela, usando el poder de la burocracia y el dinero para reelegirse indefinidamente. Pero eso sí, esos indiferentes son los primeros en salir a despotricar en contra de los gobernantes y miembros de las corporaciones públicas, tildándolos de corruptos politiqueros, sin ninguna autoridad moral ni cívica.
Hagan, cucuteños, un análisis serio, a conciencia, de la gestión que como mandatario ha desarrollado el señor Yáñez al frente de la alcaldía, en materias coyunturales de nuestra parroquia. Reflexionar, sobre el índice de pobreza en nuestra capital, nivel de desempleo, percepción de inseguridad, efectividad de ayudas humanitarias, al adulto mayor, comportamiento en la pandemia, terminación obras inconclusas, iniciación de nuevas obras de infraestructura, pavimentación y parcheo de calles, alumbrado público, tráfico vehicular, señalización de calles, conservación medio ambiente, funcionamiento de los puestos de salud municipal, mantenimiento escenarios deportivos etc, etc.
Sobre esa base, depositar el sí o el no, es una decisión responsable como lo manda nuestra Constitución.