Tener un día festivo a mitad de semana, no tiene precio. Un miércoles para descansar como el de la semana anterior por motivo de la conmemoración del día del trabajo es una fortuna de la cual podemos disfrutar los colombianos. Esa fecha recuerda el movimiento huelguístico gestado en 1886 en Chicago que logró las reivindicaciones laborales que todavía hoy se aplican. Sin embargo, en algunos países esa fecha no es tomada como el día de los trabajadores, incluido Estados Unidos que tiene su propio labor day.
Este año, como todos los anteriores salieron a marchar los sindicatos y no faltaron los desórdenes en las calles. En cambio, para los aficionados al fútbol fue una suerte que ese mismo día en un horario cómodo -2 p.m- se jugara el partido de semifinales por la Liga de Campeones de Europa entre el Barcelona y Liverpool. Ese fue un magnífico partido que terminó con la victoria del equipo catalán, rubricada con el extraordinario gol de tiro libre que marcó Lionel Messi y de esa manera concretó el tres a cero. Golazo que todavía se comenta entre los aficionados por su dificultad y precisión para colocar la pelota donde no llegaría el arquero. Fue una gran maniobra del crack argentino.
Pero como la felicidad viene a ratos y alternan con otros que afectan el ánimo y producen sensación de tristeza, esta última llego muy pronto, justo al día siguiente como consecuencia de la derrota del Cúcuta deportivo ante el Deportes Tolima. Ese funesto 2-0 dejó a los aficionados en la gradería del General Santander con la cara larga y el trago amargo fue largo y difícil de digerir porque eso significaba que el equipo quedaba con pocas probabilidades para clasificar en el selecto grupo de los ocho mejores que pasan a la siguiente instancia, lo cual fue refrendado en el siguiente partido contra el América en Cali.
El Cúcuta arrancó muy bien y entusiasmado, lo cual le alcanzó hasta la mitad del torneo, luego de lo cual se derrumbó, no tuvo el mismo desempeño, las victorias se hicieron esquivas, lo construido hasta entonces no se volvió a ver en la cancha y el descenso en la tabla fue la lógica consecuencia hasta el puesto trece, ahí llegó luego de haber sido durante algunas fechas el primero, por entonces en las redes de información se replicó con insistencia el: “saluden al líder”
Los problemas para algunos dentro del equipo vienen desde el seno mismo del camerino, algunos liderazgos se impusieron y dieron al traste con una campaña que había iniciado con muy buenos augurios. Ahora, vistos los resultados, vendrán los ajustes y correcciones que desde ya se están anunciando. El primero en marcharse será el técnico Sebastián Méndez quien con buena motivación intentó lo mejor, pero algunos desaciertos suyos resultaron ser muy costosos en términos de resultados. La nómina de jugadores también tendrá que ser depurada y prescindir de aquellos que no dieron la talla y su rendimiento dejó vacíos y muy baja calificación.
Al Barcelona le queda un partido más para llegar a la final de la Champions, al Cúcuta también le queda el partido final contra el Junior para arañar algún punto que lo aleje del grupo que pelea por no descender y mantenerse a flote mientras llega el segundo torneo que ojala traiga más satisfacciones que amarguras.