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Se nos olvidó
Volveremos al actual Gramalote y al antiguo para visitar las obras novedosas y repasar las ruinas y los recuerdos en cada caso.
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Sábado, 13 de Abril de 2019

Era un pueblo recostado sobre la cordillera oriental de los Andes, con un relieve montañoso, fuertemente quebrado y escarpado y que las mismas montañas devoraron por la furia de la naturaleza.

Decenas de casas se han ido a pique y las iglesias del pueblo empezaron a agrietarse con la amenaza de caer en cualquier momento. 

Entre el viernes y el sábado una gran romería de sus habitantes empezó a dejar el pueblo.

Ese fragmento corresponde al relato hecho por la agencia de noticias EFE a propósito de la catástrofe ocurrida en Gramalote hace un poco más de 9 años. 

Pasado todo este tiempo todavía no ha concluido el restablecimiento de un nuevo pueblo con todas las garantías de vivienda y servicios públicos para sus habitantes. 

Habíamos olvidado a este pueblo, porque el tiempo pasa y suele ocurrir, pero ya hemos visitado al nuevo casco urbano, recorrido sus empinadas calles y admirado el novedoso parque. 

Esta semana ha sido de nuevo noticia porque fueron entregadas las obras del colegio y la estación de policía y según el gerente del Fondo Adaptación, con esto se completa la ejecución  del 90% del proyecto por el cual se construye al nuevo Gramalote. Esas son buenas noticias porque aseguran la prestación de un servicio de vigilancia como el pueblo lo merece, las autoridades contarán con instalaciones cómodas y modernas, lo mismo que los educadores y estudiantes.  

Pero, aun así,  nos continuamos preguntando el porqué de los plazos tan largos para llegar al término de las obras. Esto significa que todavía resta el 10% y hay familias a las cuales no se les ha entregado su nueva vivienda y siguen en la espera que se les cumpla esa promesa. 

La entrega de obras públicas a medias es una constante, después se van concluyendo conforme pasa el tiempo y haya presupuesto si es que se agotó. 

Este el caso del nuevo puente de San Rafael, sobre el cual también hemos insistido que se trata de una obra de importancia para la movilidad en ese sector de la ciudad. Los arreglos de la vía en la avenida primera hasta ahora se están adelantando, restan los accesos y obras completarías, puentes y alumbrado público. Tal vez esta sea también la suerte que corran las proyectadas obras de la alcaldía actual en varios puntos de la ciudad. Estaremos atentos a su desarrollo. 

Volveremos al actual Gramalote y al antiguo para visitar las obras novedosas y repasar las ruinas y los recuerdos en cada caso. Nunca nos olvidaremos de Gramalote. Ojala el gobierno departamental priorice los arreglos que deben hacerse en la carretera que va desde Cúcuta pasando por Santiago. Se requiere de una pavimentación con todas las de la ley para que la vía no se deteriore con cada aguacero. 

Lo mismo que ahí para arriba hasta llegar a Lourdes y Cucutilla pasando por Arboledas, el pueblo natal del gobernador. Si hay voluntad se puede. 

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