El doctor Juan Manuel Santos como presidente ha sido un excelente embajador, pues ha logrado posicionar el nombre de Colombia en la mente de los líderes de los principales países y organizaciones del mundo. La admiración ha venido acompañada de compromisos de considerable ayuda económica internacional para el posconflicto. Pero mientras recibe el reconocimiento internacional y de muchos de sus compatriotas, otros lo califican como candil de la calle y oscuridad de la casa.
Como ejemplo de persistencia en el logro de un objetivo y demostración de que los sueños se pueden cumplir, el presidente Santos siguió en la lucha por alcanzar la paz, pese a las manifestaciones del descontento ciudadano del pasado domingo con el triunfo del NO. Y como premio a tan noble objetivo, este viernes en la mañana fue informado desde Noruega que le había sido otorgado el Premio Nobel de la Paz “Por sus decididos esfuerzos para llevar a su fin más de 50 años de guerra civil en Colombia, que ha costado la vida de por lo menos 220.000 colombianos y desplazado a cerca de 6 millones de personas”.
Como una manera de compensar los daños que sus inventos, entre los que se encuentra la dinamita en 1867, hubieran podido causar a la humanidad en los campos de batalla, Alfred Nobel, quien registró un record de 350 patentes, destino su fortuna para la creación del premio que lleva su nombre y que inició labores en 1900. Según el testamento “Este premio le será entregado a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones……..y en la colaboración y promoción de los procesos de paz”. El aporte en aquel año fue de 33 millones de coronas suecas y parte de esta millonaria suma recibirá el presidente “Juampaz” el próximo 10 de diciembre, fecha en la que se conmemora la muerte del destacado industrial sueco.
Este será un inolvidable año, pues además del Premio Nobel y de estar cada vez más cerca de un acuerdo que nos traiga la anhelada paz, los deportistas han contribuido, con sus extraordinarias actuaciones, a dejar muy en alto el nombre de Colombia en el campo internacional. Estas buenas noticias incidirán positivamente en el mejoramiento del comportamiento económico, con una mayor inversión extranjera y con la llegada de los fondos internacionales previstos para el posconflicto.