El discurso pronunciado en Tibú por el vicepresidente German Vargas Lleras, en el que manifestó que las viviendas gratis que entrega el Gobierno Nacional no son para los venecos, fue tomado como una “trumpada” por parte de los miembros del gobierno venezolano, generando una inmediata cadena de reacciones.
La canciller Delcy Rodríguez rechazó las declaraciones por considerarlas denigrantes, discriminatorias y ofensivas contra los venezolanos. Y, ante la aclaración presentada por Vargas Lleras de que este gentilicio usado comúnmente en Norte de Santander carece de carga despectiva y que no va a pedir disculpas pues solo estaba exigiendo el cumplimiento de la ley colombiana a cabalidad, el presidente Maduro lo tildó de señorito oligarca y le anunció que lo acusará ante la justicia internacional.
Pero el más descabellado en esta polémica, sin lugar a dudas, es el hombre fuerte de Venezuela, Diosdado Cabello, quien el pasado miércoles en su programa de televisión, Con El Mazo Dando, dijo que le puede decir al vicepresidente Vargas Lleras que “es un hijo de gran puto y él no puede decir nada, pues según su amplio criterio no lo estoy ofendiendo”.
De acuerdo a algunos medios que se han dedicado a buscar el origen y significado de la palabra veneco, esta otrora se utilizó como sobrenombre a los hijos de los inmigrantes colombianos que llegaron a Venezuela durante el boom petrolero. También se define como un término que identifica a personas con padres colombianos que han sido criados en Venezuela o tienen mucho tiempo de vivir en este país.
Pero lo cierto de esta situación, en la que el uso de un término tan utilizado por estos lados, ha generado tanta polémica, es que el significado que se le dé a una palabra depende de quien la diga, donde la diga y el tono con que se exprese. Esto demuestra que el diablo está en los detalles. Además, todos conocemos el buen genio y el humor del orador en Tibú.
Habrá cuerda para rato, pues el impase será utilizado por los líderes del socialismo del país vecino para distraer la atención en medio de la dura crisis que allí se vive. Este es el alto costo de dar papaya.