Los cucuteños se preguntan con frecuencia cuáles son los sitios o las obras emblemáticas de la ciudad para mostrar a los visitantes, la respuesta con mucha frecuencia se queda corta, porque no son muchos los lugares con estas características. No nos destacamos por ser la cantidad de los museos o extensos parques para pasear o hacer deporte recreativo. El malecón es uno de ellos y los cucuteños lo usan para sus caminatas matutinas y en los dominicales y festivos cuando se cierra una de las calzadas para albergar la ciclovía.
De tal forma que una nueva obra que le brinde a los residentes de la ciudad la oportunidad de visitar un sitio nuevo de esparcimiento es bienvenida. Este es el caso del cerro de Jesús Nazareno que ayer inauguró el alcalde en la ciudadela de Juan Atalaya. Cumple con algunos de los parámetros de las obras que son escasas como antes lo citamos, porque contempla una serie de obras e infraestructura que en conjunto le dieron al lugar una afortunada transformación. Está coronado por la escultura del Nazareno, pero tiene además senderos peatonales, plazoletas, capilla y lo más valioso una vista panorámica de buena parte de la ciudad.
Los vecinos de Antonia Santos, el barrio donde queda este cerro, salieron premiados con esa construcción porque hasta allá habrán de llegar en adelante y sobre todo ahora en la semana santa, muchos visitantes de otros sitios de la ciudad y foráneos. Pero deben ser ellos mismos los que se encarguen del cuidado de ese equipamiento urbanístico y velar por la seguridad para que los turistas arrimen por allí y vuelvan cuantas veces quieran.
Los malquerientes de la ciudad le han salido al paso con críticas y otros pronostican en que habrá de convertirse este lugar con el paso del tiempo. En este aspecto, la administración municipal ha entregado esta obra terminada, al mismo tiempo que se ha comprometido a estar atenta, vigilar y evitar que se presenten atentados contra las personas y las pertenecías de propios y extraños, así como también cuidará de las obras con el mantenimiento oportuno para evitar su deterioro.
Otros frentes de trabajo que comprometen ya no a las alcaldías de los municipios del área metropolitana serán emprendidos para dar facilidades a las personas, tal como el puente peatonal sobre la autopista a San Antonio en inmediaciones de la Universidad de Pamplona. Esto responde a una acción emprendida por los mismos estudiantes que demandaron la construcción de este paso elevado, por parte de la Concesionaria San Simón y la razón por las vías legales le fue otorgada al grupo de estudiantes. La construcción se iniciará en pocos días.
Si nos diéramos a la tarea de construir ciudad desde las ideas positivas, lograríamos que la urbe creciera, se embelleciera, fuera un mejor vividero; los aportes desde el ámbito del gobierno local articulados con los de los ciudadanos pueden surtir un buen efecto. Pero es más fácil criticar, llamar a esta ciudad un peladero o despotricar sin producir alguna idea que aporte al progreso y entonces se opta por vivir en otro sitio y seguir en la criticadera.
