Lo que se le viene a la paz en Colombia en los próximos meses serán días muy duros, de mucha incertidumbre, la gente tiene mucha desesperanza con lo que está sucediendo.
Hoy en día la paz en Colombia tiene muchos enemigos: los que dijeron que la volverían trizas, los enemigos ocultos que siempre ha tenido la paz en Colombia y que ya han matado más de 200 líderes sociales, algunos políticos que quieren oponerse en el congreso al precio que sea, los que no creen en ella, y también son enemigos los que no les importa la paz.
Sí, la paz hoy en Colombia tiene muchos enemigos, pero el principal, el que en realidad está volviendo trizas el acuerdo, el más complicado de todos, es el estado actual de la economía en el país.
Ese crecimiento del primer trimestre de apenas 1,1 lo dice todo. Algunos expertos en economía comienzan a hablar de estar cerca de una recesión.
Los hechos lo están demostrando. Por varios años se nos venía diciendo como una buena noticia que le daba confianza al país, que el índice de homicidios había bajado.
Hoy el Fiscal General de la Nación dice todo lo contrario: los homicidios han aumentado en las zonas veredales que antes estaban bajo el dominio de las Farc.
Lo que está mostrando hoy el proceso de paz con mucha preocupación, es que el estado no ha logrado ocupar las zonas que antes estaban bajo el control de la guerrilla, y como no tiene esa capacidad, las está ocupando la delincuencia. Tumaco, Buenaventura y algo del Catatumbo son ejemplo de ello.
Lo que dice la gente del común normalmente es lo más sabio de lo que puede pasar en algún momento. Contaba esta semana el investigador Ariel Ávila, que en la zona del Caguán le decía una campesina a una comisión del gobierno: “Doctor, cuando será que regresarán los señores de las Farc, porque aquí desde que se fueron, esto se ha vuelto muy peligroso”.
La carga tributaria que le puso el gobierno a los colombianos con el IVA del 19% ha sido muy onerosa.
Según cifras económicas el país hoy en día con una tercera parte de su capacidad productiva de hace algunos años. Esa realidad es la que está volviendo trizas el acuerdo de paz.
Hoy en día están en paro los maestros, los empleados oficiales, la justicia, los guardias del Inpec, Buenaventura, Quibdó. A la gente más que los acuerdos de paz, o la sentencia de la Corte Constitucional sobre el Fast Track, le angustia más que cada día le alcanza menos su salario para hacer mercado, pagar educación, impuestos y demás, y por ello, el verdadero enemigo de la paz en Colombia, más que Fernando Londoño, o Uribe, u Ordóñez, el principal enemigo de la paz es el propio gobierno, que habla mucho de paz pero descuidó la economía.
Y lo que es peor, las expresiones de algunos de los ministros sobre lo que está pasando en el país, aún resultan más preocupante.
Eso que dijo por estos días el señor ministro de Defensa de que en Colombia ya no había paramilitarismo y que estaban controladas las bandas criminales, es como si el señor ministro fumara marihuana y no le está cayendo bien, lo cual también es preocupante. La verdad es que con ministros así es más fácil que el acuerdo de paz se vuelva rápidamente más trizas.