Regresar a Barranquilla después de dos años de pandemia y con ocasión de diligencias personales, es el momento oportuno para recorrer el centro histórico de la ciudad y rememorar, principalmente, la ciudad que vivió Gabriel García Márquez a medidos de los años 50´, del siglo XX.
El eje central de este recorrido es la iglesia de San Nicolás de Tolentino, de poco más de 300 años, que en la época citada era la catedral de la ciudad. Al frente de la misma, está la Plaza de San Nicolás. Hoy, tanto la iglesia como la plaza están remodeladas con gusto arquitectónico. Saliendo de la iglesia, y a la derecha de la misma, encontramos la casa de dos pisos del sabanalarguero Clemente Salazar Mesura, padre de doña María Salazar, esposa de don Ramón Vinyes, el “Sabio catalán” de Cien años de soledad. A pocos pasos de este inmueble encontramos las antiguas instalaciones del diario El Heraldo, donde Gabo escribía y publicaba su columna La Jirafa, recopiladas luego por el profesor francés Jacques Gilard.
Ahora bien, al costado izquierdo de la iglesia, y pasando la carrera 42, encontramos dos lugares icónicos. Primero, el famoso “Rascacielos”, un inmueble de cuatro pisos, donde residía Gabo periodista. El inmueble, abandonado tanto tiempo, fue burdel y notaría, se incendió en 2014 y en 2017 fue restaurado y se llama Hotel San Nicolás Colonial, como parte de la recuperación del Centro Histórico. Segundo, por el mismo costado izquierdo, carrera 42, encontramos el edifico Paseo Bolívar, que ocupa el lugar del extinto Café Roma, verdadero rendez-vous donde Gabo periodista y sus colegas se citaban cuando salían del periódico en la madrugada. El Café Roma, que tenía entrada por la carrera 42 y por el Paseo Bolívar, nunca cerraba sus puertas, porque no las tenía y era al aire libre.
Detrás de la iglesia San Nicolás está el Paseo Bolívar, que desde el siglo XIX se ha denominado sucesivamente Calle Ancha, Camellón Abello, Paseo Colón y Paseo Bolívar o calle 34. Es un lugar pletórico de historia y donde han desaparecido muchos sitios memorables, como la centenaria Sodería La Estrella, refresquería donde desde principios del siglo XX se reunía a departir la élite intelectual de la ciudad. En sus alrededores desapareció el inmueble de la librería Viñas, propiedad del “Sabio catalán” y otro paisano suyo, Xavier Auqué y Masdeu. De la calle 35 - San Blas - también desaparecieron lugares visitados por los miembros del famoso Grupo de Barranquilla.
Muchos datos valiosos quedan en el tintero y sobre los cuales habrá que volver algún día. Del Paseo Bolívar asciendo a pie por la carrera 43 hasta la calle 44, en busca del Boston School of English, donde en 1980, junto con mi ingreso a la Universidad Libre, me inicié en estudios de inglés. Ya no existe, la sede central ubicada en Massachusetts decidió cerrar sus puertas en Barranquilla, después de tantos años. Busco la avenida Olaya Herrera y me dirijo a la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, una parroquia imponente, obra de los RR. PP. Redentoristas. Anhelaba me permitieran acceder al sector de los osarios, y lo logré, para visitar los de mis abuelos paternos, que allí reposan desde 1952, recién inaugurado el templo. Fallecieron trágicamente en el Paseo Bolívar, justo detrás de la entonces Catedral San Nicolás. A propósito, en esta iglesia del Perpetuo Socorro contrajeron matrimonio Gabriel García Márquez y Mercedes Raquel Barcha Pardo, el 21 de marzo de 1958.