Cuando todavía está lejos la COVID-19 de convertirse en endemia y dejar de ser una pandemia, porque surgen nuevos casos, para nosotros es la quinta oleada, para los europeos la séptima, a la par que hay también aumento de los casos letales por la misma causa; se nos agrega otra preocupación en el campo de la salud y compromete a una gran cantidad de países, se trata de la viruela del mono.
La viruela es una enfermedad causada por un virus y causó muchos casos, se calcula que unos 300 millones de personas murieron por su causa en el siglo XX y estuvo presente hasta un poco más de la mitad del mismo. Luego de erradicarse de Estados Unidos y Europa, Suramérica le dijo adiós en 1971, Asia en 1975 y África en 1977. Gracias a la vacunación fue controlada y el 9 de diciembre de 1979, una comisión mundial certificó que la viruela había sido erradicada y dicha certificación fue oficialmente aceptada por la 33ª. Asamblea Mundial de la Salud en 1980, según informó en su momento la OMS.
Pero ahora ha surgido una enfermedad parecida, la viruela del mono que, había estado restringida a África. Se trata de una zoonosis viral, lo que significa que puede transmitirse de animales a humanos. También se puede propagar de persona a persona. La enfermedad se llama así porque se detectó en varios simios de un laboratorio en 1958. Los síntomas son fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, dolor de espalda, falta de energía, ganglios linfáticos inflamados y lesiones en la piel.
Se sabe hoy según los registros del Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, para el día 22 de julio del presente año, la enfermedad ya estaba fuera de África y afectó a 16.836 personas en 74 países. Estas cifras han provocado que al día siguiente el director general de la OMS anunciara que se activó el nivel de alerta máxima para hacer frente al brote de viruela símica. Según esta misma declaración por ahora el riesgo es alto en Europa y moderado en el resto del mundo. De acuerdo con la información divulgada en el portal de la Organización, en la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen por sí solos en unas pocas semanas, pero en algunas personas pueden provocar complicaciones médicas e incluso la muerte. Los niños y las personas con inmunodeficiencias pueden correr el riesgo de sufrir síntomas más graves y morir por la enfermedad. Entre el 3% y 6% de los casos identificados en donde la viruela del mono es endémica han terminado en defunciones.
Según el Instituto Nacional de Salud en Colombia se han demostrado hasta ahora 10 casos, la mayoría con nexo epidemiológico y proceder de Europa o Norteamérica, no se han reportado muertes y la mitad de ellos ya alcanzó la recuperación total. Las recomendaciones para evitar el contagio son similares a las que veníamos observando para la COVID-19, lavado de manos frecuente, aislamiento de los casos sospechosos o confirmados y no compartir elementos personales.
Ante la emergencia en Europa y estados Unidos ya se ordenó la fabricación de vacunas contra la viruela que comenzarán a ser administradas pronto con la intención de detener la propagación de la enfermedad que por ahora no tiene un riesgo alto entre nosotros, pero deben comenzar desde ya a tomarse las medidas que sean precisas para contener el virus, antes que sea demasiado tarde.
jorgepabonl@yahoo.com