Las fuertes lluvias que han caído en Cúcuta durante las últimas semanas han provocado todo tipo de problemas: inundaciones, afectaciones a viviendas y números en ascenso de damnificados y daños.
En materia de infraestructura, la malla vial también se ha visto afectada. Algunas vías de la ciudad, que ya estaban en mal estado, han empeorado en zonas específicas, mientras que en otros lugares han emergido nuevos huecos y grietas.
La Opinión consultó a líderes de las diferentes comunas de la ciudad para conocer de primera mano la situación en sus zonas.
En la Comuna 4, hay muchas vías en precarias condiciones, pero son las del barrio San Luis, por la obra de la intersección vial de Cuatro Vientos, que señalan como las más críticas. Con el desvío vial generado por la obra, las calles que eran secundarias pasaron a ser principales y recibir todo el tráfico.
“Las calles 19, 18 y 17 del barrio San Luis son las que más han sufrido afectaciones por las obras en Cuatro Vientos, y más porque desde hace años que ninguna administración municipal les ha invertido dinero. Por ahora, en la comuna solo hay una vía en Torcoroma que está siendo intervenida”, mencionó Juan Sebastián Domínguez, edil de la comuna.
En la entrada del puente de San Luis, que comunica hacia la avenida Los Libertadores, también se presenta otro hueco que ha aumentado su diámetro. Así mismo, en la glorieta Arnulfo Briseño hay otro daño en la vía que podría causar un accidente.
“En la comuna dos hay cerca de 12 calles que no tienen las condiciones ideales, la mayoría en el sector de Los Caobos. En una hay tres huecos que ya les podemos decir cráteres, porque ha ido creciendo su dimensión”, indicó Mary Stapper, presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Los Caobos, Los Libertadores y La Riviera.
Otro barrio con calles en alerta por las lluvias es Motilones, en la Comuna 7.
“Tenemos afectadas las avenidas primera y tercera. Por otro parte, la calle novena ya estaba en mal estado, pero con esta situación, ha empeorado porque se vuelve imposible el tránsito por allí”, dijo Jorge Eliezer Fuentes, presidente de la JAC.
El barrio San Luis es uno de los lugares más afectados por nuevos huecos durante las lluvias.
Así avanza la pavimentación
La malla vial ha sido una de las problemáticas más antiguas de la ciudad. El mal estado en el que por años han permanecido las calles de los barrios se extiende por diferentes comunas.
Hasta la misma zona céntrica ha tenido que afrontar esta situación que afecta tanto a conductores de vehículos como a peatones, quienes día a día deben movilizarse por el municipio y vivir de cerca este malestar comunitario.
Por esta razón, la Alcaldía de Cúcuta, a través de la Secretaría de Infraestructura, ha venido trabajando en el proyecto denominado ‘mantenimiento de la red vial urbana mediante acciones puntuales de bacheo y parcheo’.
El propósito principal de la iniciativa es el de mejorar las condiciones de movilidad y tránsito que tanto aquejan a la ciudadanía.
“Estamos impactando uno de los dolores de cabeza más grandes de la ciudad, el mal estado de las vías con los huecos eternos. Estamos haciendo combate total a la infraestructura que está en malas condiciones”, indicó el alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez.
Los tres principales criterios que tuvieron la Alcaldía y la Secretaría de Infraestructura fue dar prioridad a las vías que sirven al transporte público, las de alto tráfico vehicular y las que tengan condiciones especiales, cercanas a centros de salud, educativos, apoyo de emergencias y acceso a zonas de influencia masiva.
Hasta el momento, la inversión que ha inyectado la administración municipal a este proyecto es de $5.671 millones.
Dentro de sus objetivos, tienen previsto recuperar 22,1 kilómetros, equivalentes a 206 cuadras de la capital de Norte de Santander.
Para cumplir con esta tarea, quienes están al frente de las obras son cuatro cuadrillas de trabajo.
Se tiene contemplada una segunda fase que iniciará desde junio e irá hasta diciembre de 2021; se proyecta tener 15 kilómetros de vías recuperadas a final de este año.
En esa oportunidad, señalaron desde la Secretaría, que se contemplarán los accesos a los barrios y las pavimentaciones locales.
Las obras en marcha han permitido recuperar 206 cuadras de Cúcuta en mal estado.
Zonas beneficiadas
La Comuna 1, que comprende el área céntrica de la ciudad, es una de las tres zonas que han sido beneficiadas con el plan de mantenimiento y recuperación.
“Aunque la pavimentación de las vías ha sido un poco demorada, por la pandemia que estamos atravesando, las obras han dado resultado. La avenida octava la arreglaron, que era una de las que más tenía problemas. Somos una de las tres comunas que fuimos priorizadas y la mayoría de las calles están en buen estado”, explicó el edil Germain Dussan.
Por otra parte, la Loma de Bolívar, barrio perteneciente a la Comuna 9, fue unos de los primeros sectores en conseguir que sus calles, antes deterioradas por completo, estén en mejores condiciones para el tránsito de vehículos.
¿Qué garantía tiene el plan de bacheo y parcheo?
Algo que preocupa a los habitantes es la durabilidad de las obras. En administraciones anteriores donde han llevado a cabo este tipo de trabajos, ya ha sucedido que, a los pocos meses, las vías volvían a deteriorase y de nuevo generaban problemas en la movilidad.
Al respecto, la Secretaría de Infraestructura indicó que los contratistas tienen pólizas de garantía y estabilidad de los trabajos entregados, con un plazo de cinco años desde la terminación del contrato.
Esto significa que, si durante este periodo se presentan daños o afectaciones en las zonas intervenidas, quien estuvo a cargo de la ejecución de la obra está en la obligación de hacer la reparación correspondiente.
Por otro lado, en el caso de los bacheos que se están haciendo, se tiene en cuenta la estructura del pavimento y las condiciones de la base granular para hacer la reposición y la compactación.
Luego de que la base granular esté compactada, según las especificaciones, se hace el proceso de instalación de la capa asfáltica.
De esta manera, afirman que se garantiza la durabilidad del trabajo y se evita así que se deterioren de nuevo las vías algunos meses o años después de finalizada la intervención.