Los hinchas del Cúcuta Deportivo volvieron a disfrutar del fútbol en el General Santander.
La hinchada alegre
La salida de la tribu rojinegra fue toda una algarabía, los cánticos y el sonido de los tambores en la tribuna sur del camerino no se hicieron esperar y los hinchas corearon a todo pulmón (...) ¡Dale, dale campeón!
Tras los actos protocolarios, el balón rodó y la primera celebración llegó del cuadro motilón, a los 3 minutos por intermedio de Carlos Ramírez.
En la tribuna sur, la Banda del Indio, como ha sido habitual, agitaba sus banderas y en una sola voz, gritaba: ¡Vamos Campeón! Cómo si se tratara de una verdadera final alentaba al equipo.
En los otros sectores de las tribunas los hinchas observaron el desempeño del equipo que mostraba su dechado de virtudes y la gente se alegraba con los ¡Uuuuyy!, cuando los motilones ingresaban al área rival.
Después en una jugada, infortunadamente, Universitario, de penalti, empata el juego 1-1, sobre el minuto 11, por intermedio de Luis Chalad
El partido se hizo de trámite normal. Cúcuta generaba peligro en la portería del equipo ecuatoriano, en el que por momentos el arquero se convirtió en figura y los aficionados cada vez que se sentía el aroma de gol, se levantaban de sus sillas impulsados como por ‘choques eléctricos’, de ahogando con el grito de gol.
Y es que no estaba jugando un partido crucial, sino disfrutando de un rato de esparcimiento, en el que conjugó la camaradería familiar y de amigos, que la pandemia de la COVID-19 había separado por más de un año, y volver a un recuentro con el fútbol y en la sala más grande de la ciudad: el General Santander, como dice una frase comercial “no tiene precio”.
Durante el partido muchos respetaron los protocolos de bioseguridad, con el uso del tapabocas, otros se hicieron los de la ‘vista gorda’ y cerveza en mano, brindis iba y venía, y los hinchas gozaron al ver a sus once guerreros lucir de nuevo los colores rojo y negro, que tanto han extrañado.
Otros que también estuvieron alegres fueron los vendedores ambulantes, que se ubicaron por los alrededores del ‘Coloso de Lleras’, reactivándose. El ambiente futbolero se sentía en cada tienda, dejando ver la falta que hace el fútbol en la ciudad.
El cuadro motilón finalmente se impuso en el encuentro, 2-1, con gol de Junior Rangel.
El partido contó con la presencia de más de 10.000 espectadores, los jugadores fueron ovacionados por los asistentes que esperan verlos pronto en los torneos de la Dimayor.
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