Rechazado por su estatura en distintos equipos que se probó y hasta en la misma Selección Antioquia, Jhonatan González Pino bregó y se vio frustrado en algunas ocasiones en su carrera formativa como futbolista.
Nacido en Medellín hace 19 años, el jugador de 1.70 m debutó el pasado fin de semana en la victoria 1-0 del Cúcuta Deportivo ante Real Santander, en el estadio Villaconcha de Piedecuesta.
Jugó desde el minuto 56 entrando por Jefry Zapata en la primera línea de volantes para aportar en un esquema evidentemente defensivo de Aquivaldo Mosquera.
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“Desde que entramos a calentar en el segundo tiempo, la adrenalina era pura. Fui el primer cambio, algo que no esperaba, y cuando entré sabía que tenía que hacer las cosas que me pidió el profe que fue apoyar en la línea de cuatro y cuando pudiera ir al ataque”, dijo González Pino, quien lució el dorsal 24 en su debut.
El futbolista entrenó toda la semana previa con la plantilla profesional tras ser ascendido del elenco Sub-20, que terminó de primero de su grupo en la Súper Copa Juvenil de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF).
Sus minutos en el campo fueron correctos, aportando en la marca de forma inquietante a la hora de recuperar balón.
“A penas se acabó el partido todos los del plantel me abrazan y me felicitan. Después llamé a mi mamá (Yarley Pino) que lloraba, estaba muy contenta y se reía porque nunca me había visto calvo, pero bueno eso hace parte del debut. Fue euforia en Manrique, mi barrio en el que soy muy querido”, resaltó el mediocampista que actuó todo lo que va de año como titular de la Sub-20.