Los habitantes de Cúcuta no salen de su asombro de ver a la ciudad entre las que registran el mayor número de casos de zika confirmados, algo que también sucedió, en 2014, cuando el virus de moda era el chikungunya.
Y aunque los expertos epidemiólogos locales atribuyen esta realidad a que somos una región endémica en donde abunda el zancudo que transmite, no uno sino hasta tres virus por el mismo aguijón, la más reciente y gráfica conclusión de este estado patológico la dio María José Duarte, una madre de tres hijos a los que el zika sometió: "somos una ciudad sin defensas".
Suena crudo, pero a la postre real, coinciden varios médicos de algunas IPS de Cúcuta, a quienes La Opinión consultó sobre esta debilidad cucuteña para blindarse contra las epidemias.
“Es lo mismo que sucede con los niños, si los papás no los vacunan van a estar expuestos siempre a las distintas enfermedades”, dijo Juan Felipe Rangel, médico de una clínica.
El profesional de la medicina comparó el ejemplo con lo que han hecho las autoridades de salud para proteger la ciudad de los dos virus de moda: ‘nada, o casi nada’.
El subsecretario de Salud Pública de Cúcuta, Leonardo Durán, desnudó aún más esta realidad al señalar que así como tomó por sorpresa el chikungunya a Cúcuta, también lo hizo el zika.
Clima propicio
Esto quiere decir que la capital de Norte de Santander nunca antes había estado tan desprotegida frente a los posibles virus que nos pudieran atacar, máxime conociendo que somos una región endémica, sostuvo el concejal Jorge Ricardo Marthey Tello, al señalar que ha existido inoperancia de las autoridades de salud del municipio para encarar la realidad que se vive hoy con el zika.
“Fuimos los campeones en el país con el chikungunya: 27.993 casos confirmados entre 2014 y 2015, y ahora también volvemos a figurar con el virus del zika: 196 casos confirmados por laboratorio y 1.988 por confirmar en tan solo los últimos cuatro meses”, dijo el cabildante.
Jeny Peña Guerrero, jefa de epidemiología del Hospital Universitario Erasmo Meoz, consideró que por estar Cúcuta en una zona endémica para las enfermedades tropicales (por debajo de los 1.200 metros sobre el nivel del mar), ‘obvio que siempre va a estar más expuesta al contagio’.
“Es más, tenemos características especiales y es el clima tropical. Cúcuta es un sitio propicio para tener toda clase de enfermedades infectocontagiosas y de transmisión vectorial por mosquitos. Tenemos climas muy variables y esto permite que todas las plagas se desarrollen más que en otras ciudades con distinto clima”, precisó Peña.
Pero también Cúcuta tiene características especiales frente a las demás ciudades del país en la manifestación de los síntomas, por ejemplo, cuando el chikungunya azotó a los cucuteños además de los dolores articulares, también produjo en recién nacidos de madre con el virus unas úlceras impresionantes en la piel que no se presentaron en otros municipios.
Dijo que con el zika también están sucediendo cosas insospechadas, como por ejemplo que en los últimos días se han reportado en IPS de Cúcuta cinco personas con guillain-Barré (afectación del sistema nervioso), las cuales habían contraído con anterioridad el virus.
“Se suponía que de las tres enfermedades, dengue, chikungunya y zika, la menos grave era esta última, pero no, aquí nos está dando sorpresas”, dijo Peña.
La conclusión de Duarte, de que somos una ciudad sin defensas, se manifiesta aún más en la cantidad de madres gestantes con zika, unas 300, las cuales son mantenidas bajo estricta observación médica por aquello de que si adquirieron el virus dentro de los tres primeros meses de su embarazo sus hijos pueden nacer con microcefalia.
La secretaria de Salud del Municipio, Judith Ortega, reveló que esto obliga a mantener los controles activados, debido que en la ciudad se registran 11.000 nacimientos de niños vivos al año, unos 917 mensuales.
Prefiere a las mujeres
La epidemióloga Claudia Teresa Durán, jefa de Salud Pública del Municipio, insistió en que en el proceso de eliminación del vector todos los habitantes de Cúcuta deben intervenir. ‘Si no se asume esa conciencia muy difícilmente vamos a tener una ciudad libre de zika en el corto tiempo’.
El zika apareció en octubre de 2015 por primera vez en Colombia en Cartagena, y en Cúcuta hacia la cuarta semana de octubre del mismo año. Según Durán, su propagación pudo estar soportada en dos factores de riesgo importantes que se produjeron en ese lapso: las vacaciones escolares y el reinado de la belleza de Cartagena, lo cual atrajo gente de todos los municipios del país, entre esos Cúcuta.
Durán sostuvo que de acuerdo con la cifra confirmada de personas de zika en Cúcuta, la tasa de incidencia es de 2.54 casos por cada mil habitantes. Pero hay un hecho que sorprende, en el 63 por ciento del total de los casos en 2015 y el 68% en 2016, el virus lo contrajeron las mujeres, según la experta, porque son las que más permanecen en las casas, donde está el mosquito transmisor.
"Somos caldo de cultivo"
Para los expertos epidemiólogos, Cúcuta es caldo de cultivo ideal para la reproducción del zancudo aedes aegypti que transmite tres virus plenamente identificados: el dengue, el chikungunya y el zika.
En primer lugar, porque los controles para erradicar el mosquito no se hacen todos los días, como debe ser, sino de manera esporádica, dijo el médico Juan Carrillo, quien considera que Cúcuta, por ser una ciudad dulce para los virus, no se debe dar ese lujo.
Para Jeny Peña Guerrero, jefa de epidemiología del Hospital Universitario Erasmo Meoz, esto ocurre porque solo se ha fumigado y esta no es la solución, sino una parte del control, que es diferente.
Además -dijo- porque tenemos una ciudad que no le suministra el servicio de acueducto de manera permanente a la población y ello obliga a tener depósitos de agua en las viviendas, justo donde se reproduce el zancudo.
Leonardo Durán, subsecretario de Salud Pública del municipio, dijo que hay un problema de cultura ciudadana y es que la gente de Cúcuta está convencida de que la erradicación del zancudo no es de su competencia, sino de la Secretaría de Salud.
