Lo que antes era un terreno baldío a un costado de la autopista Demetrio Mendoza, se convirtió en una de las mayores extensiones urbanísticas de Cúcuta a mediados de los 90, cuando una inmobiliaria empezó la construcción de lo que a la fecha se conoce como Prados del Este.
En sus inicios, la única entrada hacia el sector era la popular bajada de ‘Prados del Este’, pero con la ocupación masiva de sus espacios, se debieron construir varios puntos de acceso al otro extremo del barrio.
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Desde un principio, la comunidad influyó mucho en el crecimiento de este barrio, ubicado en la comuna 4, debido a que, como lo afirmó en su momento Juan Carlos Obregón, exlíder comunal, los habitantes lograron habilitar tres escenarios para la recreación, siendo el ‘parque de Las Parabólicas’, el principal lugar de esparcimiento para los habitantes.
En lo que respecta a la parroquia Santa Mónica, la historia precisa que comenzó siendo una ‘choza’ con dos mesas; allí los feligreses sacaban sillas de sus hogares y con ayuda de un padre se daban las eucaristías.
Paulatinamente, fue llegando el dinero para remodelar la infraestructura de la parroquia, a través de diversas iniciativas, impulsadas por los párrocos que tuvo la capilla, hasta llegar a remodelarla tal y como se encuentra hoy.
Luego de varios retrasos, durante la administración de Donamaris Ramírez se entregó el puente La Gazapa, factor que impulsó la expansión de la zona y con ello muchos negocios se establecieron en las inmediaciones del barrio, hecho que aumentó el comercio en Prados del Este, convirtiéndolo en una de las mayores zonas rosas del área metropolitana de Cúcuta.
Según Yuriani Mantilla, presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC), tener a la mano establecimientos comerciales de todo tipo, mejora el turismo en el barrio e incentiva la economía, pues los dueños de muchos locales residen en Prados del Este.
Muchos de estos restaurantes, droguerías, bares, barberías, panaderías, supermercados, ferreterías, consultorios están ubicados en las calles principales y secundarias que rodean al barrio, una situación favorable para las casi 3 mil personas que residen en la zona, tanto en las viviendas como en los 12 conjuntos residenciales.
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Deporte en varias disciplinas
Entre los diversos factores positivos que se pueden destacar del barrio, es imposible dejar de lado el deporte, pues hay tres parques y escenarios deportivos a disposición de la comunidad y sus barrios aledaños.
A la par, hay un polideportivo, ubicado en una de las bajadas de Prados del Este, que además de contar con una cancha sintética, y de arena, también se incentiva el patinaje gracias a la construcción de un patinadero.
En palabras de la lideresa comunal, en los otros parques hay espacio para deportes como el básquet, la gimnasia, el microfútbol, el baloncesto, voleibol y el atletismo, debido a las buenas condiciones en las que se encuentran los escenarios.
Sin embargo, no todo es ‘color de rosa’ para la comunidad, ya que hay varios problemas que aquejan a los residentes de Prados del Este.
El más notorio es la inseguridad, pues desde hace algunos años, esta problemática se incrementó en las calles del barrio, situación que no pasó desapercibida e hizo que la comunidad tomara cartas en el asunto.
Según se conoció, para mitigar la inseguridad, se han instalado sistemáticamente varias alarmas comunitarias, donde los habitantes trabajan de la mano con la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) para hacerle frente a este problema.
La ‘Venecia’ de Cúcuta
Otra situación que denuncian los habitantes, es que cuando llueve, el barrio se transforma por completo y se asemeja a Venecia, pero no por su arquitectura gótica y renacentista, sino por el estado de las calles, que se convierten en auténticos canales de agua, afectando significativamente la movilidad en el barrio.
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El pésimo drenaje que tiene Prados del Este se debe al mal alcantarillado del barrio, y según la opinión de un residente, “en antaño el agua nos llegaba casi hasta las rodillas, por lo que le salía a uno más fácil nadar que caminar”.
En vista de la situación, y luego de varias solicitudes de parte de la JAC, se ejecutó un proyecto para evacuar las aguas de la zona. También, la comunidad propuso la construcción de un alcantarillado desde la avenida Demetrio Mendoza para desviar las aguas haca el río Pamplonita.
Calles en deterioro
Una consecuencia de las inundaciones es el deterioro en la malla vial del barrio. Las calles y avenidas están repletas de huecos.
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La líder comunal fue crítica al informar que, “el año pasado, con la administración se intentaron hacer unos reparcheos en una vía, pero es algo que no es duradero, y en algún momento se va a volver a dañar”.
Durante los encuentros ciudadanos para el Plan de Desarrollo Municipal, de la administración de Jorge Acevedo, esta fue una de las necesidades que Mantilla priorizó ante los funcionarios.
Además, enviaron un oficio a la Secretaría de Infraestructura, pero se está a la espera de que inicie el programa Comunidad-Gobierno, que buscará recuperar 100 kilómetros de malla vial en el área metropolitana.
Otro factor que incrementa el deterioro vial, es la gran cantidad de vehículos que diariamente transitan las calles de Prados del Este, a causa de las decenas de establecimientos comerciales en ese sitio.
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