Carolina*, una hermosa joven de 21 años, es una modelo web cam cucuteña quien dice sentirse como pez en el agua en ese oficio, para el que cuenta con el consentimiento de su familia y que le deja grandes dividendos.
Esta mujer de cabellera rubia y rasgos muy finos le contó a este medio detalles de lo que es ese mundo que ha convertido a la capital de Norte de Santander en un referente exportador de servicios de entretenimiento para adultos.
Sin pensarlo dos veces responde que su trabajo es muy rentable y que significa para ella la posibilidad de atesorar un capital para mantener su estilo de vida a futuro, en una industria de la que por ahora no piensa retirarse.
"Yo soy modelo de privados y me parece que en un principio cuando estaba estudiando nunca estuve de acuerdo en trabajar en las páginas de los tokens. Siempre prefería estar linda, verme coqueta, ser delicada y por eso existen las páginas de los privados que fue en la que tomé la decisión de empezar a trabajar".
Lea además Así funciona el negocio de modelos webcam
"En el sentido de la industria puedo decir que estoy muy contenta, pues aquí descubrí mi sensualidad, que tengo libertad de hacer cosas totalmente diferentes, además de contar con un trabajo fijo que puedo hacerlo por años y años y ya tengo tres en esto y estoy muy contenta con las ganancias".
Un mundo de lujos
Se vinculó mediante una amiga que también es modelo webcam, sintiendo al principio muchos nervios por temor a que la viera su familia y por el rechazo que muchas personas tienen sobre este trabajo, al punto que es considerado en algunos círculos como prostitución.
"Sin embargo, venciendo todos esos prejuicios dije: ‘bueno pero al fin y al cabo nadie nos toca’, una está segura en el cuarto y no pasa nada mientras no demos información personal, porque realmente nunca se sabe con quién se está interactuando, y al otro lado de la pantalla podría estar un enfermo, un matón o cualquier tipo de persona".
Confiesa que llegó a esta agencia de modelos al ver que su amiga, quien apenas tenía cinco meses trabajando, ostentaba cosas bonitas y costosas, terminó la carrera y empezó a colaborar en su casa con mucho dinero, se hizo varios cambios físicos que le venían muy bien, "entonces me dije: ‘¡huy! pero será en serio, qué estará pasando’ y tomé la decisión de comenzar".
(Las mujeres que prestan ese servicio son vistas en Europa, Asia y Estados Unidos y no en Colombia.)
En el estudio al que llegó le explicaron cómo era que tenía que hacer, la manera de actuar ante la cámara para logar muchos seguidores, entendiendo que lo que hacía no solo eran cosas de sensualidad, porque entre sus usuarios habían hombres que decían sentirse felices solamente hablando con ella durante horas, sin tener que mostrase desnuda.
Carolina precisa que como modelo no está obligada a nada, aunque el usuario le pueda pedir infinidad de cosas, porque en las páginas de privado hay ciertas restricciones que dicen que contra la modelo no se puede atentar.
"Sin embargo, hay una cantidad de fetiches, hombres que se les ocurre cualquier locura, cómo que te introduzcas cuchillos en la vagina u otros objetos que atentan contra la modelo, pero si tú no quieres no lo haces".
Un día, cuando le empezó a tomar confianza al negocio, Carolina decidió decirle la verdad de lo que hacía a su familia y la razón por la qué se ausentaba entre 6 y 8 horas de casa, el horario de trabajo que debe cumplir a diario.
Le puede interesar Las modelos webcam y la cerveza, a pagar IVA
"Soy muy unida con mi mamá y mi papá y toda la vida hemos sido de mente abierta, por eso les expliqué cómo es el trabajo en un estudio para modelos web cam, les mostré dónde quedaba y ellos se dieron cuenta que yo estaba totalmente segura. Mientras no pase más allá y mientras yo esté produciendo están contentos", asegura.
Una profesión como todas
"En Cúcuta decir que uno es modelo web cam ya no es un escándalo y es como decir soy odontóloga o profesora, es algo normal, lo que pasa es que siempre hay personas que no entienden el concepto", dice esta mujer que una vez fuera del estudio no tiene ningún compromiso sentimental, asiste a clases de baile y sale con amigos, la mayoría gay.
El pago que recibe es quincenal y de acuerdo con las metas que cumpla como modelo. En la primera quincena de octubre logró hacerse $3,5 millones, "pero una siempre aspira muchísimo más, aunque con esa plata se resuelve un montón de cosas".
Al inicio trabajaba por las noches y le iba bien, pero ahora tiene el horario de las mañanas, porque le queda más tiempo para hacer otras cosas, como estudiar las materias de la carrera profesional que cursa a distancia.
Ciudad exportadora
El empresario Reinel David Robayo, propietario del estudio Femmes interdites (en francés mujeres prohibidas), donde labora Carolina, manifestó que Cúcuta se convirtió en los últimos años en una ciudad exportadora de este tipo de servicios, que representa una alternativa de ingresos para hombres y mujeres sin un empleo o para los que quieren mejorar su nivel económico.
En la ciudad, donde este tipo de negocios se contaban con los dedos de las manos, en la actualidad hay más de 200, la mayoría funcionando de manera informal, según Robayo.
"El método de pago, la forma cómo se trabaja es de mucho beneficio, porque mientras cualquier profesional en Colombia apenas tiene un sueldo que le ayuda a sobrevivir, los pagos por este servicio son en dólares, mediante bases y métodos con bancos aliados fuera del país con los que se pueden monetizar dichos pagos, lo que le da a las modelos cierta conveniencia y la garantía que es un negocio rentable".
‘Dary’, como lo conocen en la industria, dice que "en este negocio, con nosotros se puede estar haciendo entre 200, 300 y hasta 400 dólares por día, dependiendo de la modelo, porque aquí no todo es sexo, no todo es masturbación. Un 40% o 50% tiene que ver con el ámbito erótico y el porcentaje restante es totalmente ajeno a lo que la gente cree y hay quienes pagan por otros gustos y caprichos".
"Un usuario le paga mucho dinero a una de mis modelos que es rubia para que se peine. Le encanta verla cepillarse el cabello y él manifiesta que su mamá era rubia y cuando niño le peinaba el cabello. Esa modelo ha llegado a hacer casi 3.000 dólares con ese solo usuario en un lapso de días, pero lo curioso es que ella se sienta en su silla y empieza a peinar su cabellera con una canción de fondo mientras el cliente le habla".
¿Cómo funciona?
Existen dos plataformas: de privados y de tokens, que es una moneda virtual y cada uno vale 0,050centavos de dólar.
Los usuarios son de Europa, Asia y Estados Unidos donde ingresan a las plataformas y mediante la interacción con las modelos deciden a cambio de entre 1 ó 10.000 tokens comprar sus servicios y hay usuarios que pueden gastar 2.000 dólares o más en una noche con una modelo.
Se trabaja el 50% para la modelo y el 50% para el estudio y a las modelo se le ponen metas y si llega a los 15.000 o 20.000 tokens recibe una bonificación. Otra manera de hacerlo es satelital con una proporción 80% a 20% y la modelo puede hacer su rutina desde la intimidad y comodidad de su casa. El estudio le presta el servicio de monitoreo, monetización, acompañamiento, asesorías y capacitación.
En un turno en el estudio de ‘Dary’, donde todas las chicas trabajando de manera simultánea en las 18 habitaciones disponibles, cada una con un ambiente y una rutina diferente, pueden generar unos 100.000 tokens, lo que serían unos 5.000 dólares ($16 millones).
La quincena mínima de una modelo, por mala que sea, oscila entre $70.000 y $1,5 millones. No hay límites de edad y pueden trabajar mujeres y hombres.
"El estudio recibe hombres como modelos, inclusive transgénero. Actualmente cuento con una modelo transgénero que está ganando la bobadita de $6 millones quincenales. Mi mejor modelo satélite es ella, a la que conocí en un salón de belleza y ya lleva conmigo año y medio y en este tiempo ya pudo construir su propia casa", dice ‘Dary’ Robayo.
*Nombre cambiado