Surgido a mediados de 1974, cuando una señora llamada Esther Pietro de Herrán vendiera un terreno de 20 hectáreas, con el fin de que un grupo amplio de personas construyeran sus viviendas, Vallester nació como uno de los barrios más representativos de la Comuna 3.
Como todo barrio legalizado, al principio Vallester comenzó siendo un asentamiento humano, donde las condiciones de vida eran precarias, pues las familias hacían ‘milagros’ para acceder a los servicios públicos.
En aras de mejorar su calidad de vida, los habitantes recolectaron dinero por medio de rifas, bazares y demás actividades, para instalar el alcantarillado. Para el agua, las familias debían ir hasta Aguas Calientes y llevarla en baldes a sus hogares.
Pero todo cambió cuando el sector obtuvo la personería jurídica, y cada vez más personas del área metropolitana de Cúcuta y las zonas rurales llegaban a este sector para iniciar una nueva vida.
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Fue entonces cuando se dio inicio a la construcción de la iglesia San Pedro Clavel, sobre la calle 17 con avenida 18, la cual era una pequeña capilla que con el pasar del tiempo fue adecuada entre los diversos párrocos para la comunidad.
Lo bueno
Además de la gran cantidad de árboles que se pueden encontrar en ese sector de la ciudadela de La Libertad, el deporte es el rasgo característico que destaca a Vallester.
Desde su génesis, hace 50 años, la comunidad siempre ha procurado tener espacios deportivos idóneos para incentivar la recreación y una vida saludable, que ha trascendido por generaciones.
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El gen deportivo, a la par, fue apoyado por las administraciones municipales, y en 2017 a través de la Gobernación de Norte de Santander, se remodeló la cancha de fútbol de tierra, siendo reemplazada por gramilla sintética, donde también se le instalaron graderías y demás adecuaciones.
De acuerdo con William Díaz, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC), “la remodelación de este escenario deportivo fue un beneficio para nosotros como barrio, pues eso trajo personas de otros lugares, además de que la cancha era utilizada para el consumo de drogas”.
El aporte de las artes
Según el líder comunal, desde hace un año se ha venido trabajando en el salón comunal con adultos mayores, niños y jóvenes en la formación de un grupo cultural, enfocado a las áreas de la danza, el teatro y el canto.
El colectivo ha tenido el apoyo de la Alcaldía de Cúcuta, a través de la Secretaría de Cultura, donde se han brindado clases de puesta en escena, folclor nortesantandereano y técnica vocal.
Asimismo, el grupo cultural ha tenido presentaciones en Antonia Santos, el Teatro de la avenida 5 y en el megacolegio de la zona.
Lo malo
Los residentes de Vallester se tuvieron que acostumbrar a lidiar con el puesto de salud, que lleva alrededor de 25 años abandonado, y que se convirtió en un foco de inseguridad, al que habitantes de calle llegan a dormir y drogarse.
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“En las noches a veces se escuchan ruidos que salen del antiguo puesto de salud, lo que causa una zozobra tremenda en la zona, pues ya nadie quiere pasar por allí”, señaló un vecino del sector, que prefirió no dar su nombre.
Actualmente, los habitantes de Vallester se quedaron sin un lugar para las consultas de medicina externa y por lo tanto deben trasladarse a la Unidad Básica La Libertad.
En años anteriores era común ser testigo de robos a plena luz del día o en la noche a manos de ‘amigos de lo ajeno’, pero una vez se reforzaron los cuadrantes de seguridad y ejecutaron operativos en el barrio, la situación mejoró. Así lo señalaron algunas personas.
Lo feo
Otra problemática que incomoda a los 2 mil habitantes de Vallester, es el mal estado de la capa asfáltica, pues en reiteradas ocasiones, el líder comunal como los otros integrantes de la JAC, solicitaron un arreglo de las vías, pero no ha pasado nada.
Los encuentros ciudadanos para el Plan de Desarrollo Municipal no fueron la excepción, y fue una de las necesidades que pusieron en evidencia, en aras de que el alcalde Jorge Acevedo pusiera sus ojos en este asunto.
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