Más que implantar el pico y placa, lo que necesita Cúcuta es autoridad en las vías y medidas contundentes en materia de cultura ciudadana.

El planteamiento es de expertos en movilidad y seguridad vial, que consideran que la ciudad ni está preparada para controlar y hacer cumplir la medida, ni tampoco presenta problemas graves en el tráfico automotor.

Es cierto, moverse por el centro en horas pico es terrible y en ocasiones tedioso, pero solo es cuestión de hacer primar la autoridad para corregir a los conductores infractores, señala el ingeniero de vías y transporte, Rogelio Ramírez.

Este experto está de acuerdo con que Cúcuta en lugar de pico y placa ponga en marcha campañas de cultura ciudadana y de paso las sanciones para el mal parqueo y para los que acostumbran a hacer diabluras en las vías.

El concejal Jaime Ricardo Marthey fue incisivo con el comandante de Policía de Tránsito, mayor Andrés Conde, y el secretario de Tránsito de Cúcuta, José Luis Duarte, al señalar que es muy raro ver en el centro trancones de carros en marcha. “Los que siempre se ven son de carros mal parqueados y sobre esto no se siente nunca la autoridad con los conductores infractores”.

Es más, Marthey fue mucho más allá al señalar que en el cuadrante que propone Tránsito para aplicar el pico y placa quedaron incluidos sectores de la ciudad como Prados Norte, Quinta Bosch, Portachuelo, El Bosque, Ceiba II, Quinta Oriental, entre otros, en los que jamás se ha visto un trancón, “luego entonces no se justifica la restricción vehicular en ellos”.

El veedor ciudadano, Fernando Vélez, sostiene que la medida del pico y placa en lugar de aportar le quita oportunidades a la ciudad, en el sentido de que mucha gente requiere de los carros y las motocicletas para ganarse el sustento diario, y tener que parar un día representa pérdidas.

Por ejemplo, de los 260 motorizados que prestan el servicio de domicilio en la ciudad, en un día de pico y placa pueden llegar a quedar por fuera de circulación 100 de ellos, lo que significa que ese día sus familias dejarán de comer, porque ellos trabajan al diario”, dijo Vélez.

En la administración de Donamaris Ramírez, un incentivo que se concedió a los carros matriculados en Cúcuta al no incluirlos en la medida y con ello generar ingresos al Tránsito local por matrícula, tampoco funcionó.

Según Duarte, se dejó de percibir ingresos porque se registraron 648 matrículas menos.

Para el ingeniero de vías y consultor de proyectos viales, Francisco Escudero Molina, hay una gran equivocación cuando se habla de movilidad y es que las autoridades creen que se les debe garantizar a los carros y no a la gente, “craso error”.

La movilidad –dijo el experto– tiene que garantizarse es a la gente y para ello no basta con un pico y placa, y menos en Cúcuta.

El plan que concibe Escudero para una ciudad abierta a la gente y con una movilidad para la gente contempla obras de infraestructura vial, rehabilitación de vías, construcción de intercambiadores, puentes peatonales y un plan maestro de señalización vial que no tiene Cúcuta, “por ello todo el mundo hace lo que quiere en las calles, no hay orden y la autoridad no aplica la norma ni la hace respetar”.

A todo esto, también hay que sumar una moderna red semafórica y, por supuesto, un cuerpo de agentes numeroso, no menos de 200, “porque la verdad sea dicha, si la autoridad no está en las calles, el desorden por el mal parqueo y las violaciones a las normas se mantendrán vigentes”, sostiene el empresario de transporte Carlos Castañeda.

El concejal Bachir Mirep considera que un día entero sin sacar el carro no se justifica en Cúcuta. “Esto no es una metrópolis de más de un millón de habitantes.

Dijo que la medida afectaría el turismo. ¿Qué va a pasar cuando se reabra la frontera? Se preguntó.

Qué es lo que más se mueve

Después del cierre de la frontera en agosto de 2015, el tránsito de carros por los peajes que administra la concesionaria San Simón disminuyó un 77 por ciento, según se conoció en el debate que sobre el pico y placa se adelantó la semana que termina en el Concejo.

Se dijo en esa oportunidad que de cada 10 vehículos que pasaban por los peajes procedentes de Venezuela hacia Cúcuta, ahora solo lo hacen 2.3 carros, lo cual es un indicador más de que una medida de pico y placa ahora no se justifica.

La ciudad cuenta en su parque automotor con cerca de 70 mil motocicletas, 7 mil taxis, 1.600 busetas de transporte público y unos 160 mil carros particulares, entre nacionales y venezolanos.

Alfonso Sanabria, miembro de la Comisión de Ciclismo Urbano de Cúcuta, precisó que la movilidad en el centro está frenada es por una razón muy sencilla: el crecimiento de los autos es mucho mayor al crecimiento de las vías. En todas las ciudades del mundo han hecho transformaciones.

No simplemente aumentar la infraestructura vial es la solución para la movilidad. Lo que estamos recomendando, como alternativa para mejorar la movilidad, es el uso de la bicicleta, como se está haciendo en Europa y Estados Unidos.