Una alerta oportuna en la calle 13 entre avenidas 7 y 8, en el centro de Cúcuta, permitió que la comunidad del sector evitara que un ladrón atracara a un anciano y le robara las muletas con las que se ayudaba para caminar por el lugar.
“Activamos la alarma comunitaria y salimos en defensa del abuelito; en pocos minutos llegó la Policía y le entregamos al ladrón”, dijo Henry Giovanni Ortega, coordinador de uno de los 150 frentes de seguridad que existen actualmente en el área metropolitana de Cúcuta.
Ortega recordó que gracias a la alianza de los vecinos de los locales comerciales que funcionan en este sector, se ha podido contrarrestar con ayuda de la Policía hurtos en esta zona de la ciudad.
Al menos en quince locales hay un control remoto con el que se activa la alarma que enciende la alerta entre los vecinos, el Centro de Atención Inmediata (CAI) más cercano de la Policía, el comando de la institución en San Mateo y los ejes que conforman el frente de seguridad del sector.
“Hace poco capturamos entre todos (vecinos) a un expendedor que llegaba a vender droga en moto”, aseguró el coordinador.
Una de las ventajas más relevantes de esta estrategia que lidera la Policía es que entre vecinos se contrarresta el accionar delincuencial de los atracadores y de personas que pretendan alterar el orden público a lo largo y ancho de la ciudad.
“Inicialmente llegamos a la comunidad a través de un líder que se compromete a coordinar con sus vecinos ese frente, se hacen reuniones para que se conozcan entre sí y en esas charlas que hace la Policía se capacitan para que el frente de seguridad funcione correctamente”, dijo el comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Jaime Barrera.
Estos frentes funcionan a través de un árbol telefónico entre vecinos y la Policía, y el manejo de las alarmas comunitarias es desarrollado por uniformados del Área de Prevención y Educación Ciudadana (Preci).
Según afirmó el oficial, hay 150 frentes de seguridad conformados; en Cúcuta hay 115, en Villa del Rosario 10, en Los Patios 11, en San Cayetano 1, en El Zulia 2, Astilleros 4, en Puerto Santander 1, en La Floresta 1, Cornejo 1, San Faustino 2, Buena Esperanza 1 y en Banco de Arena 1.
Sin embargo, en los próximos dos meses se conformarán otros 30 frentes distribuidos en los barrios Carora, Latino Ciudad Jardín, La Laguna, Buenos Aires, Pueblo Nuevo, San Miguel, Santa Rosa de Lima, Ceiba, Santa Ana, Aguas Calientes, Guaimaral, Atalaya, Santander, Gaitán, Aniversario 1, El Desierto, Doña Nidia, Siglo XXI, Aeropuerto, Panamericano y Belén.
El coronel Barrera afirmó que esta estrategia permite afianzar la confianza entre la comunidad y la Policía, debido a que gracias al aporte de la ciudadanía, la institución despliega una oportuna reacción que permite mitigar los riesgos en las zonas donde actúan estos frentes.
“Hay gente que ha capturado a los bandidos; activan la alarma comunitaria y salen masivamente con palos, bates, y cuando llega la Policía en medio de la reacción inmediata entregan a la persona”, dijo el oficial.
Un evidente ejemplo de la efectividad de un frente de seguridad permitió frustrar el robo a una vivienda en el barrio Torcoroma III, en la ciudadela La Libertad, el pasado jueves, cuando tres hombres armados ingresaron a una casa para robar joyas y dinero.
En plena madrugada, las víctimas del robo hicieron ruidos y alertaron a los vecinos, por lo que de inmediato la comunidad salió a verificar qué estaba ocurriendo, mientras era activada la alarma que permitió que la Policía arribara de inmediato al lugar, encontrando a los atracadores cuando intentaban huir.
En medio de la reacción, un uniformado resultó herido de cuatro disparos; sin embargo, dos de estos impactaron en el chaleco antibalas.
Durante cuatro horas, al menos sesenta uniformados activaron un plan candado en el lugar, con la ayuda de la comunidad, logrando ubicar a uno de los asaltantes que estaba escondido en un palo de mango en una casa del sector.
En medio de la operación de captura, el ladrón le disparó a los policías y en el cruce de disparos este resultó herido de un disparo. Aunque fue trasladado al hospital Erasmo Meoz, murió minutos después.
Los otros dos asaltantes huyeron en un taxi y uno de estos fue capturado en la glorieta de la Terminal de Transportes.