Pedro Sánchez tiene cinco años. Vive en Cúcuta desde que lo recuerda, aunque nació en una región aledaña a la capital nortesantanderana de donde su familia se desplazó cuando él tenía nueve meses. Huyeron obligados por las circunstancias del conflicto armado que enfrentaba la zona del Catatumbo. Vivieron amenazas, intimidaciones y persecución. Como ellos, hasta la fecha han sido más de 76.000 personas desplazadas que han llegado a la ciudad fronteriza en busca de seguridad, mejor calidad de vida y nuevas oportunidades.
Cifra que sumada con otras situaciones de riesgo hacen que hoy en el municipio convivan cerca de 90.000 víctimas del conflicto armado.
¿Qué hacen cuando llegan? ¿A quién acuden? ¿Quién los orienta? ¿Dónde exponen sus casos? Entendiendo la dinámica que existe en la ciudad por ser zona de frontera y capital de un departamento que por años ha sido golpeado por la violencia, en el 2013 la Alcaldía e Cúcuta, el Ministerio del Interior y la Gobernación de Norte de Santander asignaron recursos para la construcción del Centro Regional de Atención a las Víctimas (CRAV) ubicado en Atalaya, que actualmente es el segundo más grande a nivel nacional. Un espacio en el que las personas reciben orientación, acompañamiento y asesoría, al tiempo que pueden acceder a toda la oferta institucional como servicios del Sena y la Registraduría, por citar algunos ejemplos.
Al CRAV asistían un promedio de 300 a 400 víctimas diariamente, quienes con ayuda de los orientadores resolvían sus dudas y realizaban los distintos trámites que requerían sus procesos.
Sin embargo, desde su construcción la ‘casa de las víctimas’ en Cúcuta no recibía un mantenimiento ni remodelación. “Después de nueve años aproximadamente de uso de esta infraestructura de la Alcaldía, hemos priorizado unos recursos importantes de aproximadamente $450 millones para realizar los mantenimientos necesarios que requieren este tipo de estructuras de manera que continúen brindando el servicio a la comunidad”, reveló Eliana Medina, Secretaria de Infraestructura de la Alcaldía municipal.
Se refiere a la intervención que desde inicios de 2022 se le ha estado haciendo al CRAV, primordialmente a las cubiertas y al primer piso de la edificación que presentaban problemas de humedad, daño en el techo, entrada de polvillo y deterioro de espacios en general, para brindar un servicio mucho más agradable.
“Queremos ofrecer las mejores condiciones para la atención a las víctimas del conflicto armado en el municipio de Cúcuta. Sin duda, esta obra nos permite garantizar el acercamiento entre las instituciones y la comunidad”, manifestó el alcalde Jairo Yáñez.
Entre tanto terminan las labores de remodelación y adecuación del CRAV, la Alcaldía de Cúcuta, en alianza con la Unidad para las Víctimas, habilitó desde el pasado mes de octubre, un punto temporal de atención a víctimas ubicado en la calle 0 con avenida 1N # 1-25 del barrio Comuneros. Las líneas telefónicas habilitadas para la atención son 313 348 4123, 318 350 8934 y 323 2837173, allí las personas deberán comunicarse y realizar el agendamiento previo en horario de 7:00 de la mañana a 12:00 del mediodía, y de 1:00 p.m. a 4:00 p.m.
Si quieres tener acceso ilimitado a toda la información de La Opinión, apóyanos haciendo clic aquí: https://bit.ly/_Suscríbete_Aquí