A pesar de ser uno de los lugares con mayor potencial turístico y ecológico de Cúcuta y su área metropolitana, en la Laguna de San Luis hay una problemática de nunca acabar: la contaminación.
Según Nicolás Rozo Páez, director de la Red Nacional de Jóvenes de Ambiente - Nodo Cúcuta, hay varias circunstancias por las que este sitio se encuentra así.
El motivo principal por el que abundan los residuos sólidos “es en parte por el abandono en que ha estado el lugar, sin acompañamiento de las administraciones municipales”.
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Disputa Legal
Lo anterior se debe a que los terrenos donde se encuentra ubicada la Laguna de San Luis pertenecen a los herederos de las personas que trabajaron en el chircal que ahí quedaba.
Rozo afirmó que, “a pesar de que hay trámites legales para adquirir el terreno, no se ha visto una iniciativa de las entidades correspondientes por acelerar el proceso”.
Ph elevado y falta de contenedores
Además de que la administración municipal aún no puede intervenir en ese sitio, se le suma a que -según Rozo- el pasto que crece al interior de la laguna tiene un Ph más elevado de lo habitual, impidiendo que las especies puede habitar en la laguna.
Otro de los motivos de la contaminación del sector es que hay solamente un contenedor de basura en donde se depositan los residuos sólidos, por eso los visitantes arrojan todo al piso o a las zonas verdes.
Una opinión similar es la de Juan Carlos Contreras, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de San Luis: “al escenario vienen muchas personas de todos los sectores de Cúcuta, pero al haber solo un contenedor, arrojan los residuos en la basura que está acumulada”.
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Los habitantes de calle también aprovechan la soledad del lugar para dormir en los sectores aledaños y de paso consumir sustancias alucinógenas.
En torno al aseo, Rubén García, gerente de operaciones de Veolia, informó que en la laguna como en todos los sectores de Cúcuta, se le hace barrido al lugar dos veces por semana (miércoles y sábado), y recolección de residuos tres veces cada semana (martes, jueves y sábado).
Sin embargo, “hemos tenido problemas con los contenedores, pues los habitantes de calle nos han robado las partes, las llantas, las tapas e incluso alguna vez se robaron un contenedor entero”, expresó García.
La Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor) informó que desde 2016 se ha venido trabajando en un Plan de Manejo Ambiental para el humedal, en el que se recolecta el componente biótico y abiótico del lugar.
Dentro del Plan de Manejo Ambiental es fundamental el apoyo de las comunidades aledañas (Santa Teresita y San Luis), pues participan en jornadas de limpieza y son aliados en las estrategias de recuperación del humedal, a través del Proyecto Ciudadano de Educación Ambiental (Proceda).
Redacción: Nicolás Mojica
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