En la ciudadela Juan Atalaya se encuentran localizados los sectores Camilo Daza, La Ermita y Buenos Aires, zonas afectadas históricamente por la violencia y que hoy le apuestan a la trasformación social y la reparación integral en el marco de la implementación de la ley 1448.
El sujeto de reparación colectiva ‘La Malla’ nace en este sector tras los efectos de la violencia con distintos hechos victimizantes (homicidio, secuestro, desaparición, entre otros) que ocasionaron actores armados ilegales en esta zona de la ciudad.
Su nombre se deriva de su ubicación geográfica y cercanía con el Aeropuerto Camilo Daza que divide a estos tres sectores a través de una malla.
Con la implementación de la primera jornada de diagnóstico del daño, que lidera la Unidad para las Víctimas, se dio inicio a la ruta de reparación integral de este sujeto colectivo que busca la reconstrucción de su tejido social.
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“Estamos iniciando una fase que se convierte en el punto de partida de un proceso que aborda el reconocimiento, autorreconocimiento, prácticas colectivas e identificación del territorio que enmarca esta etapa del diagnóstico del daño”, manifestó la directora de la Unidad para las Víctimas en Norte de Santander y Arauca, Johanna Gelvez Ascanio.
A través de símbolos comunitarios, el grupo de tejedores y tejedoras, así como miembros del comité de impulso del sujeto de reparación colectiva plasmaron aspectos que representan su identidad. A través de carteleras, expusieron temáticas como la unión, la paz, la unidad y el territorio.
“Queremos demostrar que nuestros barrios son territorios de paz y cada día queremos ir avanzando para reconstruir el tejido social de nuestros tres barrios y demás sectores alrededor”, dijo Digna Rosa Ortega, representante legal del sujeto de reparación colectiva La Malla.
Las jornadas continuarán con la ruta que permita dar origen a un proceso de concertación al plan integral de reparación colectiva.