Su comportamiento en las calles es cuestionado por los demás conductores y odiado por los peatones, por aquello de verse obligados a caminar por la calle porque los andenes están ocupados con sus máquinas.
Son los que más se accidentan y los que más mueren por esta vía, seguido, precisamente, de los peatones. (Ver tabla)
Según la Policía de Tránsito, en promedio, cada día se registran entre 30 y 40 accidentes en las calles de Cúcuta y de esta cifra, en al menos 20 eventos, resultan involucrados motorizados y sus parrilleros.
Esta desbordada siniestralidad también tiene a toda velocidad las urgencias en las distintas Ips del municipio, que no paran de asombrarse porque cada vez se ocupan más de atender motociclistas que a otros pacientes que acuden por otras patologías.
Para el experto en aseguramiento, Benjamín Cáceres, esta carrera desenfrenada que ha llevado a los motociclistas a ser los reyes de la accidentalidad, no solo en Cúcuta sino en las demás ciudades de Colombia, también les pasa factura por partida triple al tener que pagar más caro el seguro obligatorio de accidentes de tránsito (Soat), que sus colegas de los carros.
De hecho, mientras el valor del Soat de un carro cuesta solo el 1 por ciento de su valor, el de una moto fluctúa entre el 5 y el 10 por ciento, por ejemplo, en una moto BWS Yamaha de $6 millones, su Soat cuesta $350 mil.
Para el profesional en radiología, Fabricio González, la accidentalidad generada por los motociclistas se está convirtiendo en un problema de salud pública que debe llamar la atención de las autoridades.
Las múltiples campañas que se pusieron en marcha desde 2010 cuando Cúcuta se ubicó como la cuarta ciudad con mayor mortalidad por accidentalidad en las vías (ese año murieron 40 motorizados) parece no haber dado resultado dado que cuatro años después (en 2014) murieron 42 y este año hasta julio 31 iban 35.
¿Por qué se están matando más en las vías? Una respuesta a este interrogante lo dio el motociclista Javier Alvarado: “La ciudad creció y con ella la población de motos; hoy hay más de 70 mil. Pero independiente de esto, considero que el problema es de falta de autoridad”.
Conductores particulares comparten en cierta medida lo que piensa Alvarado, pero critican duramente el comportamiento de los motorizados. “Ni con garrote acatan la ley, lo cual es un problema grave de cultura ciudadana”, sostiene la abogada Gloria Fernández.
La Policía de Tránsito hizo un fuerte llamado de atención a los motociclistas para que pongan freno a la carrera de abusos cometidos en sus vehículos. “Un día les hacemos ver el peligro por transportar niños menores de diez años y al día siguiente, en una clara omisión a las normas, vuelven y lo hacen”.
El problema se vuelve mayúsculo cada año con la entrada de más motocicletas al parque automotor. Nada más en los últimos dos años ingresaron más de 25 mil, en su mayoría de procedencia venezolana.