El proyecto ‘Cárcel que Educa’ sigue creyendo en las segundas oportunidades para las personas privadas de la libertad y este año, ofrecen para ellos programas de formación en cursos de manejo de suelos y control de plagas, producción de viveros y producción de abonos, en los que participan -inicialmente- 100 personas de esta población.
Esto se hace con el objetivo de que una vez los internos del penal cumplan con sus respectivas condenas, sus proyectos de vida estén enfocados hacia la resocialización y se garantice que no seguirán la vida que los llevó a la prisión.
Según informaron desde la Alcaldía de Cúcuta, el programa la ‘Cárcel que Educa’ se da gracias a la articulación de diferentes sectores, este año, se destaca la unión con el CTC (Centro Tecnológico de Cúcuta), el cual ofrece los cursos ya mencionados y que se estima terminarán este mes, una vez los participantes reciban sus respectivos certificados.
Asimismo, el equipo de la Secretaría de Gobierno, que es la que lidera el proceso, hizo parte de un taller de tejido de mandalas en la Fundación Moiras, el propósito de eso es replicar lo aprendido con la población privada de la libertad para contribuir con su bienestar y convivencia dentro del complejo penitenciario.
Con el Centro de Atención Psicosocial (CAP) y la organización social Corprodinco, también se dictó un taller de enfoque de género.
“Hay que apostarles a las segundas oportunidades, por esto, a través del programa la ‘Cárcel que Educa, buscamos acciones efectivas en el proceso de resocialización y reintegración social para Población Privada de la Libertad, conocer más de cerca su realidad y brindar oportunidades de cambio para sus futuros, esto nos permitirá seguir trabajando por una Cúcuta 2050”, precisó el alcalde de los cucuteños, Jairo Yáñez.
También destacaron que “la realidad que se vive en el Centro Penitenciario va más allá de los estigmas que se han implantado en la sociedad. Visitar este lugar es resaltar la productividad interna y las ganas de aprender para alcanzar mejores oportunidades de futuro”.
Sobre el proyecto
‘Cárcel que Educa’ nació el año pasado como una propuesta para beneficiar a población privada de la libertad no solo formándola en artes o conocimientos, sino está enfocado en algo mucho más profundo que es la resocialización con valor agregado, es decir, un proyecto de vida que les permita tener una segunda oportunidad, pero esta vez en familia, una vez terminen de pagar sus penas.
Desde la administración municipal -cuando inició el proyecto- anunciaron que querían además dignificar las condiciones locativas de la Cárcel Modelo en la que a la fecha, pagaban sus penas en condiciones de hacinamiento unos 3.223 internos (hombres y mujeres), de los cuales 944 estaban sindicados y 1.910 condenados, sin embargo, a hoy sigue persistiendo el hacimiento en el penal.
Para mejorar este inconveniente, el alcalde propuso la construcción de un centro de detención transitoria, el cual sería habilitado en el barrio El Escobal y destinado a los retenidos por delitos menores como quienes violen el espacio público, los que sean sorprendidos ingiriendo sustancias sicoactivas y licor en espacio público, entre otros.
A estas personas se les cobrarían comparendos preventivos educativos, que se traducen en acciones como barrido de parques, limpiezas de canales, etcétera.
“Vamos a construir una cultura ciudadana para evitar el desborde de las personas. Será una herramienta pedagógica mientras las personas se conducen posteriormente a estrategias de rehabilitación en los centros de escucha”, dijo Yáñez en esa época.
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