La operación contra la invasión del espacio público que emprendió el secretario de Gobierno de Cúcuta, Miguel Castellanos, en una extensa zona en los alrededores de la Central de Abasto de Cúcuta, arrojó sorpresas insospechadas.
Castellanos indicó que habían recibido ya llamados de la comunidad y de los directivos de Cenabastos en los que se denunciaba la preocupación por la ocupación indebida de terrenos públicos y áreas de cesión.
Y fue solo arribar a la zona en compañía de la Policía para corroborar estas denuncias. “No solo se estaban invadiendo predios de manera ilegal, sino que también se habían convertido áreas de cesión en centros de acopio de materiales reciclables y de chatarra por parte de particulares, en donde además fueron encontrados y puestos a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) dos niños de nacionalidad venezolana, sin acompañantes adultos.
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Se encontró también una olla al servicio del microtráfico, alrededor de la cual habían muchos habitantes de la calle, que acuden hasta el lugar a consumir sustancias sicoactivas, dijo el funcionario.
Pero lo que más sorprendió a las autoridades fue el hallazgo de dos marraneras con unos 100 animales, camufladas en una zona boscosa que colinda con el caño que va a desembocar al canal Bogotá.
La contaminación que se generaba desde estos sitios a las aguas del río Pamplonita era grande y ello atentaba contra el ecosistema del afluente, dijo el Secretario de Gobierno.
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Allí se reconvino a los responsables del lugar, pero además se dio traslado al Instituto Colombiano Agropecuario ICA, para que intervenga dentro de sus competencias fitosanitarias para que adopten las medidas necesarias sobre la presencia de estos animales en cercanías a la Central de Abastos, dijo Castellanos.
Y para rematar, también en inmediaciones a la Nueva Sexta se estaba generando otro foco de contaminación por el arrojo de vísceras de res y cerdo, lo cual atraía a diario la presencia de gallinazos.
Castellanos reveló que esta presencia de aves en el espacio aéreo de la Central de Abastos también estaba interfiriendo en las operaciones aéreas desde el aeropuerto Camilo Daza, de lo cual ya las directivas de la Aeronáutica Civil habían advertido.
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La administradora general de Cenabastos Cúcuta Propiedad Horizontal, Andrea Sanabria, manifestó que la presencia de una caseta en el ingreso norte y que colinda con el canal estaba afectando por la presencia de habitantes de la calle y consumidores de sustancia sicoactivas, de lo cual se estaban desprendiendo hurtos en el sector.
Dijo también que se está a la espera ahora que las autoridades fitosanitarias intervengan con relación al tema de las marraneras.
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