Los hospitales del país se debaten en medio de la peor crisis financiera y administrativa que se conozca en la historia de estos centros a los que acuden los más pobres de Colombia en busca de una atención en salud.
Por décadas se han tenido que mover en medio de dificultades y de la indiferencia estatal, que no se inmuta en su deber de brindarles una mano para enderezar sus rumbos.
Es claro que en su gran mayoría quienes están detrás de estas moles de cementos y de habitáculos, tampoco han propuesto fórmulas de desempeño que los conduzcan hacia nuevos esquemas de atención a los usuarios, salvo los de atender urgencias y los de consulta externa. Hoy, en una muestra de 140 hospitales, la deuda que tienen las EPS con ellos por los servicios prestados asciende a $5,8 billones. En Cúcuta, al Hospital Universitario Erasmo Meoz, solo la EPS Caprecom le adeuda cerca de $30.000 millones.
La cifra, que daría para un cierre inminente, tiene pensando largo a los gerentes de los hospitales, pero mucho más a la asociación que los aglutina.
El director de la Asociación de Clínicas y Hospitales de Colombia, el exministro de salud Juan Carlos Giraldo, tiene en sus manos un proyecto que apunta a convertir a estos centros asistenciales en verdaderos hospitales del futuro y los que la atención se ajuste a la realidad del mundo de hoy: Hospitales 360 grados.
¿De qué se trata esta iniciativa?
Nosotros lo que estamos promoviendo con el concepto del Hospital 360 grados es movilizar el pensamiento de los directivos del sector hospitalario, para que entiendan que el contexto global de la salud está cambiando.
Esto los obliga a modificar las cosas que se están haciendo hoy en cada uno de los hospitales. Hay que pensar en el futuro. Sabemos que hay una problemática muy grande, un tema de flujo de recursos muy grande en Colombia, pero esto no es el problema ni la dificultad mayor, porque esto se puede resolver y para ello estamos buscando una reforma y cambios en el tema de salud.
Si no son los recursos económicos lo que debe preocupar a los hospitales, entonces, ¿cuál es la prioridad?
Lo que tiene que preocuparnos y ponernos a pensar es que la enfermedad está cambiando, que la gente está envejeciendo, que los sistemas de información están evolucionando, que todas las fuerzas alrededor de los hospitales se modifican.
Nosotros tenemos que llevar estos hospitales de hoy y convertirlos en hospitales evolucionados, que se integren con otras instituciones, que atiendan a los pacientes y los hagan copartícipes de la atención.
¿Esto quiere decir que la atención debe trascender de puertas para afuera, que los médicos salgan a las casas en lugar de los pacientes ir a los hospitales?
Lo que proponemos son hospitales que piensen que no solo hay que producir servicios de salud, sino que sepan que tienen capital intelectual para producir; hospitales que piensen que tienen que interactuar mejor con el grupo médico, con el personal, que tienen que dar incentivos para que haya más vocación en el trabajo de su personal.
El hospital no puede seguir siendo esa estructura cerrada por pisos llena de compartimientos. El hospital en el futuro debe estar afuera en la casa de los pacientes, que vamos a tener atenciones a distancia, que vamos a tener tecnologías de punta y formas diferentes de actuar. No solo tener pacientes acostados sino una gran coordinación de servicios afuera para garantizar la atención a la gente.
¿Usted si cree viable esta propuesta en momentos en que las finanzas de los hospitales están quebradas porque las EPS no les pagan los servicios que les prestan?
Es un momento difícil, pero es oportuno. Considero que los problemas financieros y de la disfunción de este sistema se pueden resolver con una reforma estructural del sistema de la salud, con un cambio sustancial en la tenencia y uso del dinero, con un cambio del papel de los aseguradores dentro del sistema y un cambio en el modelo de la atención.
¿Aparte de esta amenaza hay más barreras en el camino para sacar adelante Hospitales 360 grados?
Lo que a nosotros nos da mucho temor es si no empezamos desde ya a hablar de estos hospitales que se requieren y de las nuevas modalidades de atención. Entonces, cuando resolvamos el problema de la plata y del sistema de salud nos vamos a encontrar que los hospitales no van a ser funcionales para los retos que vamos a tener.
¿En qué debe centrarse la atención de los gerentes y del personal científico de los hospitales?
Desde hoy les empezamos a decir a los gerentes que los problemas son otros, son más arriba, más grandes: el envejecimiento, la urbanización, el cambio climático, la violencia, la enfermedad que cambió, las pandemias que nos afectan, esa es la realidad, por lo tanto enfrentarlas con hospitales pensados como hoy, hacia atrás, no va a ser funcional.
En este escenario, ¿qué papel van a jugar las EPS?
Nosotros estamos pensando que el actual esquema de aseguramiento de las EPS no ha tenido un buen resultado, es un sistema perverso. No se ha hecho ni la gestión del riesgo en salud ni la gestión en riesgo financiero que se debió haber hecho. En este escenario se han perdido oportunidades de oro, porque los propios aseguradores menoscabaron el concepto de aseguramiento; por lo tanto, pensamos que ante esta situación se debe cambiar el papel de las EPS, convertirlas en administradores que manejen obligaciones como auditorías, diseños asistenciales, que orienten a los usuarios, que los acompañen, pero que no manejen el dinero de la salud, como ocurre hoy.
¿Qué se plantea en concreto?
Cambiar el viejo esquema, cambiar también el modelo de atención con la tenencia del dinero en un fondo único y con un funcionamiento de los Hospitales 360 grados en red, creemos que podemos tener un mejor sistema de salud.