La ciudadana venezolana, Yazmary Neira, de 28 años de edad, fue la primera paciente en la historia del Hospital Universitario Erasmo Meoz (HUEM), en recibir una cirugía de Hepatectomía derecha, una intervención compleja que culminó con éxito.

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La cirugía estuvo a cargo de la cirujana nortesantandereana de trasplante de hígado y vías biliares, Sonia Carrero, apoyada por un equipo multidisciplinario de profesionales de la medicina del centro asistencial.

La paciente presentaba un tumor en una de las vías biliares y el procedimiento que se le hizo consistió en el retiro del hígado derecho. “En síntesis se hizo una intervención con carácter curativo por la patología oncológica que presentaba la mujer”, explicó el médico Hender Hernández, especialista en gastroenterología. 

La cirugía demandó un tiempo aproximado a las cuatro horas, pero lo importante fueron los resultados obtenidos, lo cual se refleja en la calidad de vida que ahora disfruta la paciente 17 días después de haber sido intervenida, dijo el profesional de la medicina.

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Agregó que todas las cirugías con cáncer son complejas y, en ese sentido, en el HUEM se practicó a la ciudadana venezolana un proceso pre-operatorio con un equipo multidisciplinario y un cuidado pos-operatorio en el cual participaron medicina del deporte, nutricionistas, radio oncología, anestesiología, etc., dijo Hernández.

Dijo que cirujanos de trasplante en Colombia son pocos, pero el HUEM cuenta con el apoyo de la nortesantandereana Sonia Carrero, que es experta en este tipo de cirugía de Hígado y vías biliares. 

Con este avance, el HUEM podrá seguir manejando los tumores de hígados y en  vías biliares, al igual que las metástasis  en pacientes con patologías hepácticas.

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Esto genera esperanza en estos pacientes que llegan a la institución para mejorar su sobrevivencia. La paciente completó ya 17 días de ser operada y dentro de los controles que tendrá en adelante también se valorará con los oncólogos qué tratamiento seguir con ella.

Neira, quien asistió a la conferencia de prensa con los periodistas, manifestó que antes de la operación  se mantenía muy irritada y amarilla, debido a la obstrucción de sus vías biliares.

Después de la operación el cambio fue de la tierra al cielo. “Me he sentido súper, bien”, dijo Neira.

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