Carlos Sánchez escritor, guionista, coaching emocional, entrenador de cerebros y periodista investigativo dialogó con La Opinión sobre la tercera edición de su libro ‘Desahógate ¡Despierta ya!’, una guía para entender las emociones y encontrar la tranquilidad espiritual en los tiempos de crisis.
¿Qué te motivó a escribir el libro por primera vez?
Tuve muchos conflictos con la adicción a los casinos y a la marihuana por 14 años, eso me produjo un trastorno de ansiedad. Mi psicóloga de aquel tiempo me dijo que escribiera un libro como terapia para desahogarme, contar todo lo que viví y me gustó la idea. Empecé primero a investigar sobre inteligencia emocional para entender que me estaba pasando, y la primera versión salió en España, era un libro pequeño, luego en Colombia con más investigación y aceptación sacamos la primera edición y ya vamos para la tercera.
¿Qué tan importante es escribir?
Demasiado, escribir es mi pasión y siempre le recomiendo a las personas que escriban, aunque no sean escritores porque alivia. Cuando uno hace consciente lo que está escribiendo desde lo que piensa, no deja que la cabeza piense de más y toma consciencia de cómo está llevando su vida, es una terapia que sirve muchísimo.
¿Qué tan distinto es pasar de escribir guiones a libros?
El trabajo es distinto, en los libretos te dan un tiempo determinado muy corto, te miden por el rating y la sintonía, y el producto final es audiovisual. Con los libros tengo más facilidad porque existe más tiempo para hacerlo, lo que se traduce en una mejor investigación y la relación con los lectores es más especial e íntima.
¿A qué se debe el éxito del libro?
El libro ha funcionado porque la gente ahora está en crisis por culpa de la pandemia, eso genera conflictos con las emociones y sumándole que no nos educaron nunca para entenderlas o manejarlas, el resultado es un desastre total. El libro habla de porque nos dejamos llevar por las emociones de manera negativa, en estos momentos la violencia intrafamiliar, las adicciones conductuales y de sustancias, las consultas psiquiátricas y psicológicas han aumentado, porque encerrados nos desesperamos, pero si la gente investigara y supiera lo que es ser emocionalmente inteligente podríamos evitarnos muchos malos ratos.
¿Cómo enfrentar la soledad y el encierro en los tiempos de pandemia?
Hay que abrazarla, yo aprendí a estar solo a la brava, a mi me daba mucho miedo la soledad, le tenía angustia y mis adicciones de cierta forma eran producto de mi soledad, nunca fui muy popular en el colegio porque me preocupaba más aprender que hacer amigos, la mayoría de niños en el descanso salían a jugar, a mí me interesaba leer. Con esa experiencia años después empecé a ver que la soledad es un fantasma mental, tú nunca estás solo, siempre estás con gente, hay momentos donde estas con tu familia o con amigos. Pasa que la mente nos hace creer mentiras en mi caso me hacía creer que estaba solo y no era cierto. No soy masivamente popular, pero tengo un círculo social hermético que me satisface, y cuando acepté eso por encima de lo que impone la sociedad, todo fue más fácil. Además, como escritor la soledad es el escenario perfecto para entenderte. Muchos maestros espirituales, filósofos y pensadores afirman que la soledad es el momento ideal para aprender a conocerte, y yo amo mi soledad.
¿Cómo no perder el control con todos los cambios que suceden actualmente?
Cuando enfrentamos una realidad que no conocemos, entramos en crisis, porque el ser humano cree que tiene el control de la situación y lo cierto es que no lo tenemos. El autocontrol es diferente, es tener el control de tu propio mundo en armonía, pero no sabemos que pasa afuera, en cualquier momento te puede cambiar la vida, pero nos mentimos y creemos nuestras mentiras porque es un habito emocional negativo. La pandemia es una gran oportunidad para conocernos y revisarnos por dentro, somos una sociedad indisciplinada y egoísta, y hablo por el mundo en general, somos una especie en donde el mercado tomó el control, el dinero no es malo, pero nosotros no venimos a hacer plata, de qué sirve la vida si no estás lleno por dentro, si no tienes una construcción real de tu mundo.
¿Cómo lidiar con la ansiedad?
La ansiedad es el pinocho de la cabeza, nosotros creemos todo lo que dice la cabeza y eso es indisciplina, tenemos que aprender a disciplinar nuestra cabeza. El cerebro también hay que educarlo, hablar con él, es un órgano poderosísimo que necesita disciplina y la ansiedad son pensamientos desordenados, a mí me dio un trastorno de ansiedad donde tenía unos pensamientos obsesivos y pensaba que me iba a volver loco, tenía delirios de persecución, ataques de pánico, agorafobia y ninguno de esos pensamientos era real. Los pensamientos son como nubes: pasan. Hay que aprender a observarlos y no calificarlos.
¿Qué herramientas se pueden utilizar para contrarrestar la ansiedad?
El ejercicio físico es fundamental, todos los días practicarlo, al igual que la meditación a mi me tranquiliza, me da confianza, me da paz, me estabiliza y me centra. Cuando siento que estoy perdiendo mi centro y estoy sintiendo angustia y miedo, medito y santo remedio, meditar todos los días es obligatorio.
¿Es la pandemia un desencadenante de adicciones?
Sí, yo entreno cerebros adictos como el mío, y lo que pasa es que los adictos son personas muy complejas, cuando vives una situación de adicción eres esclavo del cerebro y esos pensamientos obsesivos compulsivos son como si tuvieras un disco rayado en tu cabeza. La adicción te quita autoestima y dignidad, y con una situación como esta mucha gente busca salir de la realidad, el adicto necesita salir de su realidad para poder manejar su desespero, la adicción es el infierno.
¿Cómo iniciaste en las adicciones?
En mi caso particular, fui consumidor habitual de marihuana desde los 15 años. Estaba cansado de estar solo y me junté con los más populares de la escuela, que eran los que no estudiaban, fumaban y tomaban alcohol. Ya después no era el niño solitario, y aunque estaba rodeado de “amigos” igual me sentía solo y me aburría. Años después consumía drogas para evitar la realidad del casino porque perdía mucho dinero todo el tiempo. El casino es una realidad muy dura.
¿Por qué duraste tanto tiempo siendo adicto al casino?El casino es un juego de luces y sonidos, está muy bien armado para atrapar los sentidos. De hecho, al casino lo llaman el basuco electrónico porque es tan poderosa y bonita su escenografía que está hecha para volver adicta a la gente. Claro, existe gente que no cae, pero no fue mi caso. En el casino se observa mucha gente sufriendo, en lo personal creo que deben regularlo, la tasa de suicidios de los adictos es altísima y es porque la misma adicción al juego genera robos (nos volvemos ladrones para seguir jugando), ansiedad, esquizofrenia, paranoia, peligros de persecución, psicosis, depresión y finalmente la muerte. En el casino se lleva una vida muy triste, pero no es tan protagonista como las sustancias porque los problemas y cambios son internos a diferencia de las drogas.
¿Quiénes pueden llegar a considerarse adictos?
Todos somos proclives a serlo, tanto a las sustancias como la marihuana, alcohol, cigarrillo, etc. Como a las conductuales que son la adicción al juego, a la comida, a la pornografía, a las compras, al sexo, a su pareja, al drama. Existen infinidad de adicciones porque es una necesidad para evadir la realidad, no nos gusta la realidad y te lo digo a mí como adicto no me gustaba mi realidad. Una adicción es preocupante cuando se te vuelve constante el hábito y no puedes parar.
¿Qué acciones pueden tomarse para no perder la calma?
Hay que investigar, estudiar, meditar, hacer ejercicio, una sana alimentación y tomar agua. El 60% del cerebro es agua, es importante darle agua al cuerpo y a la mente, tenemos que ser conscientes de que si tenemos una vida sana vamos a estar sanos. Otro punto importante son los tipos de pensamientos que conviven con nosotros, si tengo un pensamiento negativo tengo una vida tóxica. Al pensamiento inútil no hay que darle fuerza, hay que tratar pensamientos positivos en especial en situaciones difíciles para aprender más de la vida, ser más fuertes y valorar las cosas que hemos logrado.
¿Cómo entender el cerebro?
Hay que hablar con él, entenderlo y cuestionarlo. Si el cerebro a mi me sale con un pensamiento extraño lo cuestiono, lo regaño o le hablo con cariño y también lo disciplino, a los pensamientos inútiles hay que ponerles filtro para trabajar los que sí valen la pena. El cerebro es tan poderoso que muchas veces termina manejándonos a nosotros. El dueño del cerebro soy yo, cuando dejé de manipularme por mi cerebro todo cambió, yo estaría en un psiquiátrico o en la calle como un mendigo, pero ahora funciona de una manera increíble.
¿Qué consejo le das a las personas que se encuentran sumidas en la adicción o la ansiedad?
Ser honestos consigo mismo, uno tiene que aprender a ser honesto y dejar de engañarse, para nosotros es fácil mentirnos, pero al cerebro hay que retarlo, lo más fácil es racionalizar que ver la razón. La racionalidad es la verdad que yo construyo a mi acomodo, la razón es la verdad, no hay otra salida y la verdad duele, pero es necesaria verla para crecer como personas y avanzar.