La obra de arte de Nohema Pinedo Ruiz no se reduce a sus pinturas plasmadas en lienzo. Tiene también esculturas que son figuras sacadas de la diversa condición humana. En su quehacer creador ha reproducido en espacios a cielo abierto acontecimientos de impacto, como fue un monumento a Jorge Eliécer Gaitán cerca al lugar donde se consumó su crimen.
Lo hizo hace pocos años con motivo de un aniversario del magnicidio. Y continúa en la búsqueda de nuevas formas de expresión de sus temáticas.
En un reencuentro con el mar de Santa Marta, donde nació, recogió piezas oceánicas con la intención de buscarles utilidad estética en su creación. Antes lo había hecho en Miami.
Como artista de tiempo completo que es, aprovecha los días con cierta intensidad lo que le ha permitido enriquecer su trabajo cuantitativa y cualitativamente, con ímpetu que se convierte en fluido resplandor y relevancia.
Ahora la novedad de Nohema Pinedo es la utilización de las botellas para convertirlas en obras de arte. Allí van quedando estampadas sus vivencias de la cotidianidad humana.
Aunque estudió derecho, Nohema Pinedo ha preferido el arte y acomoda su existencia a ese ejercicio de colores y figuras que dan testimonio de su travesía existencial.
En el reposo de su estudio, rodeada de sus trabajos responde algunas preguntas.
¿Qué le falta por hacer?
Se trata de estar en función y no perder el rumbo. Siempre hay que buscar y no quedarse estático.
¿Se siente realizada?
No se debe agotar el camino. El arte como la vida es exigente y no cabe el conformismo. Tampoco la vanidad de creer que todo está consumado.
¿De dónde proviene su inspiración?
De la vida. Es la que nos da el sustento cada día. Es la corriente donde están dadas todas las posibilidades. Lo importante es tener claridad que permita asimilar lo fundamental de ser.
¿Tiene adoración por el mar?
También está en mi vida y lo he tomado en cuenta en lo que hago. No es solamente en Santa Marta sino en otros puntos, donde esté. Es el inmenso mar de Langton Hughes, con toda su variedad de especies vivas o que se quedaron en su caudal como rastros del tiempo.
¿También se interesa por la filosofía?
Sí, como conocimiento. Es mucho lo que aporta a la comprensión de nuestra existencia, articulada al universo. Es una luz que alumbra en todo. Es una fuente de saberes.
El amor por la poesía
Otro apego que tiene Nohema Pinedo es a la poesía. La disfruta y la induce, inclusive en sus pinturas. Lee a los poetas que han puesto las palabras a describir los sueños y los sentimientos humanos en todas las épocas.
Acceder a la obra de Nohema Pinedo es encontrarse con una especie de memoria de mucho de lo que está en la existencia de los seres humanos. Es la expresión de lo vivido o de los sueños que afloran o se esfuman. Son los desvelos y los pasos con que se hace el camino, según lo escribió Machado.
Pero es mejor acceder en forma presencial a la obra de esta artista colombiana.
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