La vida de Fredy Guarín ha sido una constante montaña rusa, y en ese sube y baja de alegría, tristeza y dolor, el futbolista colombiano se ha convertido en ejemplo de superación.
Luego de convertirse en referente en los equipos que militó, entre ellos Boca Juniors, Porto, Inter de Milán, y hasta en la Selección Colombia, a la que representó en el Mundial de Brasil en 2024, el nacido en Puerto Boyacá, quien a sus 38 años de edad no ha dado por terminada su carrera como profesional, cayó en algo en el que pocos pueden salir: el alcoholismo, una adicción que lo llevó a tener una inestabilidad emocional y profesional, y por ende, problemas personales y familiares.
En medio de los errores cometidos, Fredy mostró voluntad y con fuerza logró levantarse y recomponer su camino. “Lo mío fue durante 20 años entregarme al fútbol y es lo que yo sé hacer. Tampoco me preparé para otras cosas. Quedé como desamparado y tomé decisiones que no fueron buenas. Me abandoné por completo”, dijo en días recientes en charla con los Informantes.
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“Me tocó aprender. Vuelvo atrás para recordar lo malo que hice, impulsarme para adelante y seguir llevando la mejor vida. Ahora soy adicto a la recuperación”, agregó el volante, que con un giro de 180 grados ahora se le ve bien físicamente, alejado de los malos vicios, invirtiendo en proyectos y pasando momentos agradables con sus hijos.
Tras el gran cambio que dio, Guarín acaba de recibir en Estados Unidos el título de Embajador de la Salud Mental en el Deporte a Nivel Mundial, como lo dio a conocer el propio deportista a través de su cuenta de Instagram.
“Es un honor recibir el nombramiento como Embajador de la Salud Mental en el Deporte a Nivel Mundial por parte del gobierno de los Estados Unidos. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento por la confianza depositada al Doctor Nelson Arboleda para asumir esta importante responsabilidad”, empezó diciendo Fredy, quien jugó profesionalmente por última vez en 2021, defendiendo los colores de Millonarios.
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“La salud mental es un tema crucial que afecta a millones de personas, incluyendo a los atletas de todo el mundo, quienes a menudo enfrentan presiones y desafíos únicos. Como embajador, me comprometo a trabajar incansablemente para sensibilizar, educar y promover un entorno más saludable y solidario para todos los involucrados en el deporte, asegurando que la salud mental se convierta en una prioridad a nivel global”, prosiguió Guarín, dando gracias por esos seres que lo impulsan a no desfallecer en su lucha constante.
“Seguiré viviendo un día a la vez de la mano de mi poder superior. Gracias a mis hijos por creer en papá, a mis padres, los amo mucho.
Gracias madrina @lilycontigo09 (Lily Esperanza Rodríguez) @oficial.caminandohacialaluz”, finalizó Guarín, quien tras refugiarse en Dios, y recibir ayuda de grandes amigos, como Falcao García, Juan Fernando Quintero, Juan Guillermo Cuadrado, David Ospina, entre otros, así como de sicólogos, siquiatras, entrenadores deportivos y personas que lo han guiado para que invierta bien, disfruta de las nuevas oportunidades que le da la vida y hasta comparte sus vivencias y aprendizajes, luego, como confesó, de tocar las puertas del infierno y estar cerca de la muerte.
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