Aunque en Venezuela los gobiernos regionales reciben el presupuesto público correspondiente, la devaluación constante del bolívar soberano no les permite compensar las necesidades básicas para garantizarles la calidad de vida a los habitantes.

“Esta situación continuará hasta tanto existan medidas económicas que sean sinceras con la realidad de los venezolanos”, señaló Laidy Gómez, gobernadora del Táchira.

La funcionaria dio las declaraciones durante una  entrevista  televisiva de alcance nacional, donde además resaltó que la distorsión económica que atraviesa su país ha llevado al uso diario de moneda extranjera como circulante.

Un asituación que ocurre, según la mandataria, “sin ningún control fiscal o norma que lo rija, lo que afecta el patrimonio público del país”, y por ende el desarrollo de proyectos que solventen las necesidades  básicas de la población.

“En el Táchira desde hace dos años la moneda que usan los ciudadanos es el peso colombiano, porque cada día que pasa los puntos electrónicos son más deficientes, las entidades bancarias no dispensan la cantidad de bolívares que cuesta ni siquiera un cartón de huevos e incluso en algunos municipios con alcaldes bolivarianos, el gas doméstico es cobrado en pesos sin ningún tipo de auditoría o control fiscal”, aseguró Gómez.

Toda esta situación conlleva a que en la frontera con Colombia no haya control aduanero ni recaudación fiscal, y todo esto genera una descomposición económica que afecta a los servicios que dependan del Estado.

Para la gobernadora Gómez es  preocupante la situación que están atravesando todas las entidades de la administración pública, las cuales reciben bolívares, por lo que la devaluación diluye sus recursos, y les impide a los administradores del erario atender los requerimientos básicos de la población, situación que se ve agravada el ausentismo laboral producto de la pandemia.

“Los trabajadores no tienen formas de trasladarse, porque no hay gasolina ni transporte público y se requiere un personal básico para montar un proceso de ejecución de los recursos y mientras se resuelve este tipo de contingencia, se devalúa el presupuesto, a esto se le suma, que los proveedores y la comercialización de los insumos es cobrado en divisas”, aseveró Gómez.

La mandataria pidió que establezcan protocolos que permita a los trabajadores llegar a sus empleos durante la pandemia y así atender el tema de los servicios públicos y evitar que la administración pública se paralice.

“Los estudios epidemiológicos arrojan que la radicalización  no neutraliza el virus, lo único que puede neutralizar esta pandemia es que la ciudadanía asuma de manera disciplinada las medidas de prevención”, puntualizó la mandataria tachirense.

Gómez puntualizó diciendo que a pesar de todas las dificultades seguirá como gobernadora, resistiendo la crisis social, económica y hasta la política, “en la que cada día pareciera más difícil tener un punto de encuentro para avanzar frente a un cambio del sistema gubernamental y el esquema político que ha gobernado a Venezuela por 22 años”.