Mientras que, por un lado, el año en Norte de Santander comenzó con aumentos en costos de servicios y bienes, como el transporte público, los combustibles y los peajes, aunque el Gobierno echó para atrás el alza en ocho estaciones de recudo; por el otro, la mayoría de los alimentos agrícolas han tenido precios.

La administradora general de la Central de Abastos (Cenabastos) Cúcuta Propiedad Horizontal, Andrea Sanabria, precisó a La Opinión que pudieron percibir que, hasta este martes, 31 de los 62 productos del campo tabulados mantuvieron sus precios, 23 bajaron y 8 subieron.

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Entre los tubérculos, verduras y hortalizas que disminuyeron su precios están la papa en sus distintos tipos: criolla (40%), única (33%), pastusa (12%) y superior (12%). Igualmente, la espinaca (66%), la zanahoria (40%), la arracacha (33%), el pimentón (11%) y la cebolla de cabeza roja (7%). En la otra orilla, tuvieron alzas la habichuela (25%), el apio España (16%) y el repollo verde (30%).

En el reglón de las frutas, registraron aumentos la mora (20%), la uva isabelina (12%), la patilla (6%) y la maracuyá (6%). Mientras que cayeron los precios de la uchuva (100%), el melón (22%), la lechosa o papaya (20%), la pitahaya (15%) y la uva importada (6%).

De acuerdo con el economista e investigador Alexander Botello Sánchez, durante la mayor parte del 2024, los precios en Cúcuta siguieron la tendencia a la baja pronosticada por el Banco de la República para todo el país, por lo cual estos dieron un respiro al bolsillo de los consumidores.

El también docente universitario expresó que, para 2025, las proyecciones indican que la inflación seguirá su tendencia decreciente y su convergencia al indicador meta de 3% hacia finales del año. Sin embargo, la velocidad en la que convergerán será menor. 

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“En Cúcuta, la inflación podría alejarse un poco de la media nacional, como muchas veces sucede, dado que, en el caso de los alimentos, se debe a las fluctuaciones de factores como los climáticos, el ciclo agrícola, la infraestructura vial, los paros campesinos o camioneros que puedan surgir, entre otros, generando alzas temporales”, precisó Botello.

Precios al mayor en Cenabastos

• Papa criolla          50 kg  $80.000  ($1.600/kilo)
• Papa pastusa          50 kg  $80.000  ($1.600/kilo)
• Papa superior         50 kg  $80.000  ($1.600/kilo)
• Papa única            50 kg  $60.000  ($1.200/kilo)
• Yuca                  50 kg  $100.000 ($2.000/kilo)
• Plátano verde/maduro  1  kg  $3.000
• Arracacha             15 kg  $150.000 ($10.000/kilo)
• Arverja en vaina      50 kg  $250.000 ($5.000/kilo)
• Frijol en bolo        50 kg  $200.000 ($4.000/kilo)
• Habichuela            20 kg  $40.000  ($2.000/kilo)
• Ajo atado             9  kg  $45.000  ($5.000/kilo)
• Tomate riogrande      24 kg  $60.000  ($2.500/kilo)
• Zanahoria             70 kg  $100.000 ($1.428/kilo)
• Cebolla cabeza blanca 50 kg  $100.000 ($2.000/kilo) 
• Cebolla cabeza roja   44 kg  $130.000 ($2.954/kilo)
• Pepino cohombro       50 kg  $40.000  ($800/kilo)
• Pimentón              12 kg  $45.000  ($3.750/kilo)
• Remolacha regional    50 kg  $100.000 ($2.000/kilo)
• Brócoli y coliflor    1  kg  $6.000
• Limón común           23 kg  $90.000  ($3.913/kilo)
• Limón Tahití          30 kg  $90.000  ($3.000/kilo)
• Aguacate común        1  kg  $7.000     
• Naranja tangelo       23 kg  $100.000 ($4.347/kilo)

¿Cómo lograr precios estables?

Alexander Botello indicó que la estabilidad de los precios de los alimentos es esencial para garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar económico de la población; la volatilidad puede afectar negativamente a los consumidores, especialmente a los más vulnerables, y generar incertidumbre en los productores agrícolas.

“Ahora, los precios y su control es un tema que corresponde al Banrep. No obstante, los entes territoriales tienen la posibilidad de ejecutar algunas acciones que ayuden a la labor del banco”, dijo. 

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El economista sostuvo que, para la capital de la región, es crucial mejorar la infraestructura de transporte y logística, con el fin de facilitar la distribución de los productos agrícolas y, así, reducir los costos y tiempos de entrega. Igualmente, fomentar la adopción de tecnologías en el sector agro, para aumentar la productividad y reducir la susceptibilidad a factores climáticos adversos.

Botello destacó que es necesario establecer políticas de apoyo al sector agrícola, como subsidios, créditos blandos y asistencia técnica, así como promover la diversificación de cultivos, lo cual ayuda a mitigar riesgos asociados a la dependencia de un solo producto y dar respuesta a las demandas del mercado.

El dato

A corte de noviembre, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la inflación anual del país en alimentos fue de 2,35%.

Un análisis de los economistas de Corficolombiana, Julio César Romero y Nicolás Cruz Walteros, proyecta que la cifra total de 2024, cuyo dato revelará en la tarde de este jueves el DANE, sería de 3,06%.

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