Colombia es un país que aún vive, en su mayoría, en arriendo y las cifras lo confirman. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), para el 2021, alrededor de un 44 % de las familias en el país, es decir, cerca de 6,3 millones de hogares, vivían bajo esta modalidad. Una cifra creciente, al compararse con los 5,8 millones de hogares que vivían en esta condición en 2020.

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Es común que los arriendos suban de precio cada año, pero este incremento debe hacerse de acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que al cierre de 2021 se ubicó en 5,62 %, tal como lo anunció el Dane.

Es decir, que si una persona paga un arriendo mensual de $1’000.000, con el aumento máximo de 5,62 % permitido por la ley este año pagaría $1’056.200. Sin embargo, cabe aclarar que el reajuste de estos cánones de arrendamiento no se hace automáticamente al inicio de cada año sino en la fecha de renovación anual de cada contrato.

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Sobre este tema, Fedelonjas explica que de acuerdo con la Ley 820 de 2003, cada 12 meses de ejecución del contrato bajo un mismo precio, el arrendador puede incrementar el canon, pero solo hasta una proporción que no sea superior al ciento por ciento del incremento que haya tenido el IPC. Además, el reajuste no puede superar el 1 % del valor comercial del inmueble y solo aplica en contratos de vivienda urbana, no así para vínculos de oficinas o locales comerciales.

Este ajuste, acorde al IPC, solo aplica para el canon de arrendamiento, pues el aumento en el costo de administración es definido por las asambleas de copropietarios.

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