En Colombia, en cuatro de cada cinco trabajos que se ofertan piden una experiencia laboral mayor a los siete meses. Por esto, los incentivos a la contratación de jóvenes resultan pertinentes.

Esta es una de las reflexiones que dejó el análisis de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), basado en las cifras de la Unidad del Servicio de Empleo, correspondientes a las vacantes registradas hasta junio de 2023.

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La asociación señaló que la demanda de empleo en Colombia no se distribuye de manera uniforme en el territorio nacional. Mientras Bogotá, Antioquia, Meta y Risaralda cuentan con un número de vacantes alto, alrededor de 13, 7, 6 y 8 por cada 1.000 habitantes, despectivamente; otras regiones como Norte de Santander, Chocó, Vaupés, Córdoba, Sucre y La Guajira presentan las cifras más bajas. 

“Con esto, es claro que las oportunidades laborales son mayores en aquellas zonas históricamente más productivas, mientras que las vacantes de empleo caen en los territorios más apartados del país”.

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Según el estudio, en el caso de Cúcuta, con una tasa de desempleo de 12,4% hasta junio pasado, registró alrededor de tres vacantes por cada 1.000 habitantes entre enero y junio de este año. Incluso por debajo de Ibagué, que, con un desempleo de 16,1% (segunda tasa más alta del país), tuvo en promedio seis vacantes.

“En este sentido, aunque se podría sugerir que un menor número de vacantes es más fácil de llenar con una gran cantidad de personas buscando empleo, resultarían insuficientes para lograr una disminución efectiva de la tasa de desempleo. Cúcuta y Montería son las que mejor representan este caso. Para este tipo de ciudades, la pertinencia en la educación, el crecimiento y la diversificación de las actividades económicas resulta esencial”, explicó la ANIF.

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Sobre la composición de las vacantes según el tipo de ocupación, el informe reveló que el mayor porcentaje se concentra en servicios y vendedores de comercio y mercados, seguido por profesionales, científicos e intelectuales. 

Se evidenció que las ocupaciones que ofrecen un mayor número de vacantes para lo acumulado del 2023 se relacionan principalmente con las actividades terciarias. 

Por otro lado, la ocupación de director y gerente es la que tiene la menor proporción sobre el total de vacantes a nivel nacional, seguido por agricultor y las ocupaciones elementales.

En lo que respecta a los sueldos, la ANIF encontró que el 35,6% de los salarios ofrecidos se encuentra en el rango de $1 millón a $1,5 millones, en donde se ubica el mínimo, lo cual es acorde con la distribución de ingreso formal. De forma más amplia, el 90,1% de los salarios de las vacantes registradas que definen su salario es menor o igual a los $3 millones.

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El gremio destacó que esta situación da cuenta de la baja productividad percibida en el mercado laboral al acumularse alrededor del salario mínimo.

La ANIF indicó que en el marco de la recuperación económica y al revisar los reportes de esa entidad adscrita al Ministerio del Trabajo, el número de vacantes creció mucho más rápido que el número de ocupados, aun cuando las tasas de desempleo se encontraban en máximos históricos.

“Por tanto, la capacidad de generación de empleo del país es ineficiente y la recuperación de la tasas de desempleo en meses recientes puede ser un efecto rezagado del crecimiento económico visto en 2021 y 2022”.

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