A largas distancias y precios “regalados” están sometidos los centenares de domiciliarios de Rappi y DiDi, en Cúcuta, quienes denunciaron a La Opinión que desde hace varios meses esas plataformas ofrecen a sus clientes precios muy bajos, por lo que ellos terminan muy mal pagados.
Reconocen que con estas aplicaciones no hay ningún contrato, que no les pagan seguridad social, pero les permiten ser su “propio jefe”, porque son independientes y no les toca asumir la cuota diaria que exigen otro tipo de empresas de entrega o envío. Sin embargo, ciertas condiciones de las apps terminan afectándolos.
“Hay una tarifa base de $2.800 en Rappi, que subieron este año, porque antes era de $2.000 a $2.200, pero no tienen en cuenta la cantidad de kilómetros que uno debe recorrer. Uno debe someterse al mal pago de la tarifa de $2.800 y también a los constantes bloqueos que hacen sin ninguna causa”, explicó el rappitendero Julio Jaimes.
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Expresó que muchas veces las distancias que informa la aplicación en los pedidos son erróneas, por lo que transitan más kilómetros de los previstos. Por servicios de 5 km alcanzan un pago de $2.950, más la propina. Sumado a ello, ordenan pedidos dobles (dos encomiendas a la vez) con un costo paupérrimo de $4.000
“La única manera de obtener ingresos buenos en Rappi es mediante la propina que el cliente pone en la aplicación, las promociones que lanzan y las tarifas en las horas de lluvia”, afirmó Jaimes, quien también labora para DiDi.
Otra queja es que Rappi activa cuentas para domiciliarios sin importar la demanda de trabajadores en la ciudad. “Muchos creen en la publicidad que hacen de que cada rappitendero obtiene ingresos superiores de 500.000 semanales”, alegó.
El domiciliario aseguró que a veces logran esos ingresos, pero gracias a las propinas. “Otras veces Rappi se queda con un porcentaje de las propinas”.
(Un pedido doble vale en Rappi unos $4.000, más la propina que quiera darle al repartidor el usuario./ Foto cortesía)
Más rentable en otras ciudades
José Mendoza trabaja desde 2019 en este sector económico. Empezó en Domicilios.com, primera app en llegar a Cúcuta. Ahora presta sus servicios a DiDi y Rappi, pero reconoce que el panorama es complejo, porque “la demanda de pedidos es menor que antes y los pagos muy bajos”.
“Muchos compañeros tienen dos teléfonos para activar más de una cuenta y poder hacer más dinero, porque para tener rentabilidad se deben hacer más de 10 pedidos. Hice un domicilio desde dos restaurantes del Ventura Plaza a Guaimaral y Bellavista, con una tarifa base de $5.000 y $2.500 de propina, que es si el cliente quiere darla”, explicó.
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Mendoza resaltó que muchos de estos domiciliarios prefieren irse a Bogotá, Medellín y otras ciudades grandes a laborar con estas apps, porque allá lanzan más promociones, les dan bonos como premios y ganan mejor con las propinas.
Los denunciantes recalcaron que bajo estas condiciones no les queda “ni para la gasolina”, hay un desgaste del vehículo y, además, les toca llevar pedidos a barrios considerados como zona roja por la inseguridad, porque a las apps les importa es “satisfacer el cliente”.
¿Regularlas?
El abogado Julián Pinzón Flórez, docente y jefe del área laboral del programa de Derecho de la Universidad Simón Bolívar, señaló que los trabajadores de las plataformas digitales son catalogados como autónomos o independientes, sin pago de prestaciones ni vacaciones, y mucho menos afiliación a la seguridad social.
“Si ellos sufren un accidente de trabajo, que vendría siendo un accidente de tránsito, están desprotegidos, porque la mayoría seguramente pertenece al régimen subsidiado de salud”, precisó.
El experto indicó que, a pesar de ser independientes, los repartidores pueden dar aportes al sistema de seguridad social y cotizar en una Administradora de Riesgos Laborales (ARL).
El abogado consideró que es positivo que la reforma laboral radicada en el Congreso pretenda regular estas aplicaciones para garantizar la seguridad social, pero dijo que tampoco se debe desconocer que gracias a estas apps esos trabajadores pueden manejar su tiempo, por lo que es mejor contemplar una modalidad salarial por tarea, para una adecuada remuneración.
El también abogado en Derecho Laboral e investigador de la Universidad Javeriana, Iván Camilo Jiménez, cree que “no es digno el trabajo que no tiene protección social” y recordó que en diálogo con el viceministro de Trabajo, Edwin Palma, se ha conocido que las plataformas digitales le han informado al Gobierno su disposición de pagar seguridad social.
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El especialista en Seguros y Seguridad Social consideró importante que los trabajadores de todas las plataformas (reparto, transporte, web cam) conformen asociaciones, mediante las cuales hagan saber sus inquietudes a esas empresas, en busca de soluciones en conjunto, porque el hecho de no tener un contrato y que haya flexibilidad, no quiere decir que no se tengan condiciones claras de remuneración.
El dato
Aunque no hay cifras oficiales, una investigación de Fedesarrollo reveló que en 2019 había en Colombia 180.000 trabajadores en las plataformas digitales (140.000 en transporte y 40.000 en domicilios y mensajería). Es cifra se elevó en 2020 a 195.000. (120.000 en transporte y 75.000 en domicilios).
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