La reactivación de los sectores de la construcción y las manufacturas han generado una gran expectativa por su efecto en la economía colombiana. Más de un mes después del inicio del aislamiento obligatorio, tanto el empleo como el poder adquisitivo de las personas se ha visto afectado por la parálisis del aparato productivo nacional.

Sin embargo, desde el sector constructor aún no han podido reactivar su operación por completo, porque las oficinas de registro e instrumentos públicos aún no han implementado sus protocolos de bioseguridad y además no poseen herramientas virtuales para facilitar sus procesos administrativos y entregar las escrituras de las obras a ejecutar.

Juan Francisco Yáñez, presidente de la junta directiva de Camacol Cúcuta y Nororiente, explicó que las empresas constructoras se han preparado para el reinicio de actividades cumpliendo con la validación de protocolos con las autoridades local.

Además, han ajustado sus procesos, junto con el sector bancario, para cumplir con las restricciones de movilidad y otras medidas decretadas por las autoridades locales (como el pico y cédula).

En una carta enviada por Camacol al superintendente de Notariado y Registro, Rubén Silva, se resaltó que para este ajuste ha sido clave la implementación de tecnología en los procesos y la validación de los mismos por medio de canales tecnológicos, con el grado de seguridad requerido por las entidades bancarias.

Sin embargo, el gremio recibió con preocupación la Resolución 3659 del 2 de mayo, que prorroga  los términos de las suspensiones de diferentes trámites y procedimientos que adelantan las oficinas de registro en el país.

“A pesar de que la cadena de la construcción puede abrir implementando los protocolos, para cerrar los negocios inmobiliarios es completamente necesario el registro de las escrituras que vendemos, y hemos encontrado que la Superintendencia no ha autorizado su apertura parcial”, explicó Yáñez.

Estas oficinas deben implementar sus propios protocolos de bioseguridad para abrir sus puertas, y entre las medidas se restringirá el acceso presencial a las mismas.

Allí nace el problema para el sector, porque la oficina de registro e instrumentos públicos de Cúcuta no cuenta con las herramientas virtuales para hacer los trámites de escrituras.

“Aquí no han hecho la inversión en redes e infraestructura tecnológica, nuestro deseo es que abran lo antes posible porque tenemos represadas las escrituras desde marzo y que se haga la inversión necesaria para implementar los canales virtuales que permitan hacer los trámites sin tener inconvenientes y de manera eficiente”, agregó Yáñez.

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Sin las escrituras los bancos no pueden entregar el dinero de los proyectos, lo cual afecta la financiación y liquidez de estas empresas y la viabilidad de las obras que tienen planificadas.

A nivel nacional, ciudades como Bogotá, Barranquilla, Cali, Medellín, Cartagena y Bucaramanga, entre otras, ya cuentan con el servicio de inscripción remota a través de canales tecnológicos.

“Desde Camacol Cúcuta y Nororiente, desde el año anterior, en los meses en los que hubo paro nacional por parte del sindicato de las oficinas de registro, hemos solicitado la habilitación de los canales y desarrollos tecnológicos necesarios para implementar el servicio de inscripción de forma virtual o remota, pero han pasado ya seis meses y no ha sido posible”, resalta la carta enviada por el gremio.

Clave en empleo

Desde el sector, se agregó que la no implementación de estos procesos de forma virtual golpea las finanzas de las empresas del gremio.

A esto se le sumarán los efectos económicos de la pandemia que repercutirán de forma significativa el empleo formal que generan los constructores en la región.

Según estadísticas compartidas por la Alcaldía de Cúcuta en sus redes sociales, las dos actividades económicas exceptuadas (construcción y manufacturas) corresponden a una población de 78.923 personas que podrán salir a desarrollar sus actividades.

El Dane cuantifica que en Cúcuta y su área metropolitana son 20.000 personas las que están ocupadas en el sector constructor en el primer trimestre del año (enero-marzo).

La expectativa de la oficina regional de Camacol es reiniciar 75 proyectos inmobiliarios en el transcurso de las primeras semanas de mayo.