En días pasados, el sector empresarial y la industria del periodismo del oriente colombiano perdió a uno de sus grandes representantes. Alejandro Galvis Ramírez, presidente corporativo de Vanguardia, el diario más importante de Santander con más de 100 años de historia, falleció tras varios meses en cuidados intensivos por las secuelas que dejó en su organismo el coronavirus, enfermedad que adquirió a finales del mes de septiembre.
Galvis fue uno de los hombres más representativos de Santander, un gran líder, visionario y que como empresario trabajó sin descanso por su región. Se graduó de economista en la Universidad de Los Andes, se especializó en gerencia de diarios en la Universidad de Chicago (Estados Unidos) e hizo una Maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Michigan. Hijo del destacado político liberal Alejandro Galvis Galvis, quien fundó Vanguardia en 1919, sintió un compromiso con la empresa periodística de su familia y por eso, tras sus estudios en el exterior, se vinculó al rotativo, del cual asumió la gerencia en julio de 1967, cargo desde el cual convirtió a Vanguardia en el medio más importante de Santander y uno de los más reconocidos de Colombia.
Su capacidad de trabajo incansable en las que permanecía en su despacho hasta altas horas de la noche, su ineludible compromiso con la ética y la verdad, su persistencia incluso en los momentos más difíciles en los que el periódico fue víctima de las bombas del narcotráfico, sumado a su tenacidad como empresario y a su visión, fueron la combinación perfecta para sacar adelante una empresa que hoy es patrimonio de todo un departamento.
Pero entre los múltiples logros de su vida como empresario, no solo se cuenta la transformación y consolidación de Vanguardia, pues también se consolidó como uno de los empresarios más importantes en el sector informativo tras adquirir medios como El Universal de Cartagena, La Tarde de Pereira, Liberal de Popayán y el Nuevo Día de Ibagué.
Además fue cofundador de la Agencia Nacional de Noticias Colprensa y presidió la Asociación Nacional de Diarios, Andiarios.
Su pasión y convicción por el periodismo lo llevó a ser el precursor de la primera facultad de Comunicación Social de Santander, así como de la primera facultad de Economía de la región.
Fue el inspirador de la creación y evolución de la Promotora de Inversiones “Promisión SA”, con un grupo de otros empresarios visionarios santandereanos, interesados en contribuir activamente en el desarrollo de Santander, mediante la promoción de proyectos de inversión, muchos de ellos muy exitosos.
Otras de sus pasiones fue la ganadería, a la que se dedicó con mayor compromiso en los últimos años, tras el apoyo que recibió de su hijo Alex en la gerencia de Vanguardia y su sobrino Sebastián Hiller en la dirección.
De sus distintos roles en el sector empresarial, gremial, el periodismo y la ganadería, lo que todos recuerdan de Alejandro Galvis es el amor por su tierra. Dicen que no existe en la historia reciente de Santander un hombre que se haya dedicado a trabajar con tanta pasión y sin descanso por su región como “Cuco”, como cariñosamente lo llamaban sus allegados. Siempre concibió a Vanguardia y a sus otras empresas como un motor para impulsar el desarrollo regional.
No en vano, el periodista Abdón Espinosa Valderrama se preguntó en alguna ocasión “qué sería de Santander, si pudiéramos tener unos cinco personajes de la talla de Alejandro Galvis. Tal vez estuviéramos a la par de Antioquia y seríamos imbatibles”.
Alejandro fue excelente consejero y amigo de esta casa editorial, que hoy enaltece su legado y se une en las condolencias a su familia y a los integrantes de Vanguardia.