Aunque parece ser un hecho que está ligado a la cotidianidad, lo cierto es que las temporadas de heladas y luego de extrema resequedad que conducen a los incendios forestales, tienen delicadas implicaciones para la región.
Transcurrido este mes y medio de 2023, ya hemos tenido en Norte de Santander los dos escenarios extremos que implican también una gran responsabilidad entre quienes habitan en estas áreas para procurar contener las graves implicaciones que esto acarrea.
La recolección de cultivos de alimentos y las que se han sembrado para próximamente pasar a la fase de cosecha, son los que sufren principalmente con las marcadas bajas de temperatura que se registran en diversos sectores del territorio nortesantandereano.
La confirmación de que estos fenómenos no pueden dejarse pasar como un episodio más, está en lo que acaba de ocurrir y que fue reseñado por los medios de comunicación, sobre la crudeza de los mismos.
Los reportes indicaron más de doce días de bajas temperaturas que generaron una de las temporadas de heladas más fuertes que se hayan vivido en las partes altas de nororiente colombiano, afectando en Norte de Santander a municipios como Cácota, Silos, Chitagá y Mutiscua.
Dos preocupaciones surgen de esta situación. Los habitantes del área metropolitana de Cúcuta podrían tener un impacto negativo sobre su presupuesto familiar en cuanto a los precios de algunos alimentos, porque no es de extrañar que las heladas sean ahora la excusa y el elemento adicional para que la inflación de los productos básicos siga desbordada.
En eso hay que tener mucho cuidado por parte de los mismos organismos que manejan este tipo de reportes y de quienes precisan las evaluaciones de las pérdidas y efectos negativos o que retarden las cosechas, con el fin de evitar que sean utilizadas como elemento para decir que todo sube porque heló en la montaña donde se produce la papa, por ejemplo.
Y como si fuera poco, ahora aparecieron los incendios forestales en el país, de la cual tampoco escapamos, porque los organismos especializados nos situaron dentro de las áreas de alto riesgo por este tipo de situaciones de emergencia.
El Instituto de Hidrología Meteorología y Estudios Ambientales acaba de incluir al departamento dentro de la alerta roja por ese tipo de fenómenos que pueden llegar a ser provocados por el hombre, bien sea por descuido o el desborde de las quemas controladas.
Así como lo hemos dicho sobre otros hechos de tipo negativo, de este tampoco nos escapamos al aparecer dentro del grupo de riesgo junto con Antioquia, Boyacá, Huila, Cundinamarca y Santander.
Entonces para hacerle frente en estos aspectos a la naturaleza, sin dudarlo es muy importante la prevención para impedir que las situaciones peligrosas se salgan de control y la respuesta rápida y oportuna por parte de las entidades de socorro, son fundamentales en el departamento, ya que que en materia de incendios forestales el mapa muestra seis puntos de calor del total de 5.000 que se han identificado en Colombia.
Igualmente, el apoyo de las comunidades de las zonas identificadas como de alta peligrosidad en materia de incendios forestales, es de altísima importancia porque por ejemplo tenemos el caso de Chitagá con uno de los 1.408 casos de esta naturaleza que se han presentado en Colombia durante lo corrido de 2023.
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