A Diego Villamizar se le va a encomendar la labor de enderezar el rumbo en materia de seguridad en Cúcuta, que en los últimos años ha sufrido un grave deterioro, volviendo a ser uno de los principales problemas que agobian a los cucuteños.
El alcalde electo, Jorge Acevedo, consideró a quien designará para manejar la Secretaría de Seguridad como idóneo, porque trabaja y maneja con experiencia los temas relacionados con ese asunto tan delicado. Esta carta de presentación, a partir de enero de 2024, debe convertirse en hechos y gestiones que la ratifiquen.
La ciudadanía, en medio de la inseguridad que la rodea y atormenta, tiene ahora la mirada fija en Villamizar para conocer qué estrategias planteará para desarrollarlas en coordinación con la Fuerza Pública y la administración de justicia.
Desde la hora cero se esperan acciones contundentes y anuncios concretos y extraordinarios, porque en la ciudad ya tenemos suficientes evaluaciones y estudios con sus respectivas conclusiones.
El propio Acevedo ha mostrado molestia con todo lo que está pasando, y así lo expuso cuando dijo que la solución a este problema no puede seguir aplazándose y que la seguridad “la vamos a recuperar cueste lo que cueste”.
La capital nortesantandereana impactada por las bandas criminales, la guerrilla, la delincuencia común, el sicariato y las organizaciones del multicrimen internacional requiere una política sólida y de varias aristas para confrontarlas.
Hay que insistir para que en las mesas de diálogo con el Eln y la disidencia de las Farc la situación de Cúcuta debe tener un espacio especial porque ambas organizaciones tienen gran influencia aquí e impactan con todas sus acciones habituales, como son secuestros, extorsiones, desplazamientos y amenazas.
En ese sentido es igualmente urgente la labor desde esa secretaria para una mayor operatividad e inteligencia policíaca y militar desde los Gaula fortalecidos con equipos y personal para combatir esos delitos de guerra, como los define el Derecho Internacional Humanitario.
Habrá que esperarse una alta inversión para la vigilancia electrónica de la ciudad, las 24 horas y los siete días a la semana, incluso con drones, para facilitar la reacción ante delitos como el homicidio, hurto y extorsión.
El nuevo secretario tendrá que determinar cómo se harán efectivos los puntos persuasivos en zonas claves de la ciudad, como lo prometiera el alcalde Acevedo en campaña, al igual que proyectar la estrategia de recuperación de los parques y espacios públicos tomados por el microtráfico.
Ya que el secretario de Seguridad es el enlace con las autoridades deberá liderar las misiones para que por fin se materialice el reclusorio para sindicados que ayudará a liberar personal de la Policía para que esté vigilando las calles y protegiendo al ciudadano y no sirviendo de carcelero en las estaciones y en los CAI.
Una ciudadanía cansada de no poder ir por la calle con el celular porque hasta la vida puede perder o que ni descansar en casa es posible porque hasta allá llegan los delincuentes o que los comerciantes y empresarios están expuestos al secuestro y a la extorsión violenta con todo tipo de amenazas, necesita respuestas prácticas, eficientes y rápidas, porque ya no hay más aguante contra la presión de la criminalidad desbordada.
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